Foro de Metafísica y Esoterismo > Mentes Abiertas
Misterios sin resolver
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Scientia:
La casa abandonada
Cinco chicos de Valencia se reúnen en una casa solitaria en mitad de tierras de cultivo para practicar espiritismo.
En un pueblo de la Comunidad Valenciana ocurrieron estos hechos, contados por alguien de la misma localidad. Una noche, cinco chicos se reunieron en una vieja y solitaria casa abandonada en mitad de tierras de huerta con el fin de hacer espiritismo.
Lo prepararon todo, comenzaron, y como en cada sesión que se precie, uno de ellos, el portavoz, hizo la cuestión de inicio: "Si hay alguien que te moleste aquí, dinos quien es y se irá".
El vaso indicó dos nombres, los dueños de los nombres se miraron sorprendidos y se despidieron de los otros tres. Volverían al pueblo caminando y ya se verían más tarde.
Dejaron a los otros tres con su sesión de espiritismo y conversaron por el camino. Cuando llevaban unos cien metros andados, escucharon un ruido y se giraron: La casa caía derrumbándose sobre los tres chicos que se habían quedado en la sesión espiritista.
Scientia:
Una amistad eterna.
Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas
desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo
instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían
caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era
muy tímida y callada.
Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas
desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo
instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían
caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era
muy tímida y callada.
Cierto día, Sara le propuso a Alicia:
- ¿Por quíé no hacemos un juramento de sangre?
- ¿Quíé?
- Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de
nosotras dos, irá a avisar a la otra.
- Quíé tontería, Sara, nosotras siempre estaremos juntas.
Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó
la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la
mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas.
Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen
trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos. Hacía mucho que no
veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se
veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos
distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto.
Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un
camión invadía su carril y chocaba con su coche.
Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la
casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su
lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo
bajo y preguntándose quiíén podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir
la puerta.
Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió la boca,
totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida.
Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza,
estaba su antigua amiga Sara.
- ¡Por Dios, Sara! ¿Quíé ta ha ocurrido? Entra, te curaríé esa herida.
- ¡Cuánto tiempo
sin vernos!
Sara no se movió de donde estaba.
- He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo.
Alicia se quedó sin habla.
- Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaríé
esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice. Acto seguido, desapareció.
Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo
descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el
corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida
al suelo.
Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño.
Encendió el televisor para desayunar, y lo que vio la dejó helada: la noche
anterior, a las 3 de la madrugada, había habido un accidente de tráfico: un camión
había chocado con un coche, y la conductora del mismo había fallecido en el acto.
A partir de aquíél día, su vida se convirtió en un autíéntico infierno. No comía, se
olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las
noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a
Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaríé esperando", tras lo cual
siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre.
Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los míédicos no encontraban ninguna
explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico.
Allí no hizo sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama.
Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos
que provenía de la habitación de Alicia.
Al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia
tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la
cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con su sangre: "AMIGAS
PARA SIEMPRE".
Scientia:
Ocurrió días antes de semana santa. Despuíés de estar toda la tarde estudiando en la biblioteca de su universidad una chica se da cuenta al salir que tenía 5 llamadas perdidas de su novio. En un primer momento ya le resultó extraño, pues habían quedado para cenar aquella noche como solían hacer cada martes.
Mientras se dirigía a su coche marcó el número de telíéfono, otra vez va a llegar tarde, a ver quíé le ha pasado hoy…., pensó. Pero despuíés de 5 tonos…. El buzón: soy víctor, en estos momentos no te puedo atender, si quieres puedes dejar tu mensaje Ella decidió colgar, ya lo llamaría al llegar a casa.
Estaba oscuro, pero no le costó encontrar su coche, a aquellas horas el parking de la Universidad estaba prácticamente vacío. Se sentó al volante, y cuando apenas había arrancado el motor, volvió a sonar el móvil.
Aunque le costó encontrarlo entre todas las cosas que llevaba en el bolso consiguió descolgar, ella ya esta un poquito atacada!!
Era su novio, ¿dónde estás? ¿Estás bien? Víctor, no te oigo Al otro lado… sólo había silencio.
Despuíés de esperar unos segundos, decidió colgar, y llamarlo ella. Una vez más 5 tonos……………..el tiempo esta vez parecía pasar más despacio “No síé que te pasa, ¿por quíé no coges el telíéfono? …… En fin, nos vemos donde siempre, pero primero tengo que pasar por mi casa. Un besoâ€.
Al colgar el telíéfono lo dejó donde lo podía ver. No podía fijarse en la carretera, solamente mirar hacia el móvil…..pero el móvil no sonaba… cada vez más inquieta no pudo evitar no asustarse cuando sonó de nuevo. Paró el coche bruscamente en el arcíén y contestó (muy nerviosa) Víctor??, Víctor???....¿quíé pasa? Contíéstame de una vez, ya está bien!! no me hace ninguna gracia!!!†La comunicación se cortó de repente.
Sin darse cuenta empezó a pisar fuertemente el acelerador, el coche iba cada vez más rápido y de repente los vio de pie en la puerta de su casa: eran sus padres. Victor ha muerto. Se mató esta mañana con el coche.
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