El jueves, en plena resaca de la Fed, el Tesoro ya sufrió los efectos de la escalada de la rentabilidad de la deuda. Pero sus efectos podrían multiplicarse hoy en la subasta de letras a 3 y 9 meses.
El principio del fin de las medidas extraordinarias adoptadas por la Reserva Federal para paliar la crisis ha desatado un brusco ajuste en los mercados. Bolsas, deuda pública y materias primas han sucumbido a las presiones bajistas. La deuda española no ha logrado hacer frente a estas presiones. En menos de dos meses la rentabilidad de su bono a diez años se ha disparado del 4% al 5%. La escalada en los intereses de la deuda ha alcanzado tambiíén de lleno al bund alemán. Su rentabilidad ha pasado del 1,2% al 1,8%, sus cotas más altas desde el año pasado. Salvo sorpresas, la subasta de hoy constatará este repunte en los costes de financiación. Para paliar esta situación, el Tesoro ha 'rebajado' sus objetivos para hoy: prevíé colocar un máximo de 3.000 millones de euros, por debajo de los 3.494 millones adjudicados en la subasta de estos títulos celebrada hace un mes. Entonces, el 21 de mayo, con la rebaja de tipos del BCE aún reciente, la rentabilidad media de las letras a 3 meses se limitó al 0,331%. En abril este porcentaje alcanzó sus mínimos históricos, el 0,12%. En el caso de las letras a 9 meses el porcentaje fue del 0,789% en mayo. Ni siquiera Alemania ha podido evitar esta tendencia al alza en los intereses de la deuda. En la subasta celebrada ayer colocó sus letras a 12 meses con una rentabilidad del 0,123%, por encima del 0,001% de la anterior subasta.