Tras la salida de Bankia, IAG tiene el camino despejado para hacer de Iberia una low cost si no se alcanza un acuerdo con los pilotos, último gran escollo para llevar a cabo la primera fase del plan de saneamiento. Fuentes solventes conocedoras del proceso reconocen que la venta del 12,09% de la entidad financiera "da pista libre a IAG para transformar Iberia en una compañía aíérea low cost en su estructura de costes, aunque seguiría operando como una tradicional".
Despuíés del esperado movimiento accionarial de la entidad presidida por Josíé Ignacio Goirigolzarri, el número uno de IAG se ha quedado sin un serio contrapeso en el consejo de administración tras la salida en los últimos meses de Rafael Sánchez-Lozano y Josíé Manuel Fernández-Norniella y la inminente marcha de Manuel Lagares tras la desinversión de Bankia.
Sigue habiendo representantes españoles, pero ya no son tan combativos. Tal vez Cíésar Alierta, el presidente de Telefónica, podría defender los intereses nacionales en caso extremo, como ya pasó durante la negociación del recorte de plantilla y rutas, pero no hay que olvidar que al final Alierta está nombrado a propuesta de British Airways y tiene una buena relación con Willie Walsh.
El allanamiento del camino en el consejo de administración se suma a las palabras que el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, dijo en la junta general de accionistas celebrada la semana pasada. Se trata de un discurso premonitorio de lo que puede ocurrir en Iberia durante los próximos meses. Tras el duro plan de saneamiento que se ha aplicado en Iberia, con 3.300 despidos, bajadas de sueldo de hasta el 17%, y recorte de capacidad en un 15% -dejando en tierra 25 aviones-, Walsh lo definió como "el primer paso hacia la reestructuración de Iberia".
Desde IAG se quiso dejar claro que habrá una segunda parte de este plan, guiada por Luis Gallego, antiguo consejero delegado de Iberia Express (casualmente la filial low cost de la histórica aerolínea española) y hombre de total confianza de Willie Walsh. De hecho, el consejero delegado anunció en la reunión con los accionistas que "hará todo lo posible para reestructurar Iberia".
Vista en la Audiencia Nacional
Y hoy viernes se produce un capítulo fundamental que puede marcar el futuro de Iberia. La Audiencia Nacional realiza una vista en la que participa el Sepla como demandante y la dirección de Iberia como demandado. El sindicato mayoritario de los pilotos impugnó el despido colectivo -una decisión a la que se llegó tras la mediación- y pide su nulidad. La decisión de la Audiencia Nacional no debería tardar más de una semana.
Si la Audiencia declara el despido de los pilotos y los copilotos nulo, IAG tiene un plan B para los comandantes de Iberia: aplicarles directamente la reforma laboral, cuyas condiciones serían mucho peores que las que ha marcado en el plan de saneamiento. En este contexto, en IAG cruzan los dedos para que el sindicato de pilotos no anuncie una huelga para este verano. Si hubiera movilizaciones en temporada alta sería un fuerte varapalo para las cuentas de la compañía aíérea con sede en Barajas.
Un portavoz oficial de IAG, preguntado por la posibilidad de convertir a Iberia en una low cost, asegura que en la actualidad esta opción no entra en sus planes. "Tal como lo han hecho diversas compañías Iberia tiene que reestructurarse para ser capaz de crecer en forma rentable en el futuro. Iberia es parte importante del grupo IAG y estamos muy orgullosos de que sea una aerolínea de red", añaden.
El sindicato de pilotos tampoco tiene clara la alternativa de una movilización en solitario, un hecho que no recibiría el apoyo del Gobierno (sí lo tuvieron por parte de los Ministerios de Fomento e Industria durante la negociación del ERE) y que los pondría ante los caballos de la opinión pública. Independientemente de la decisión de los pilotos, IAG tiene su hoja de ruta marcada y en la junta Walsh dio algunos retazos: "Iberia seguirá avanzando en su reestructuración y definirá una estructura que le permita crecer de forma rentable en el futuro". En ese escenario, tanto Vueling como Express serán fundamentales