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Las 300 mayores fortunas del mundo acumulan más riqueza que tres mil millones de pobres, afirmó hoy el profesor de la Escuela de Economía de Londres Jason Hickel.
"Citamos estas cifras porque nos ofrece una comparación clara e impresionante, pero en realidad la situación es aún peor: las 200 personas más ricas tienen aproximadamente 2,7 trillones de dólares, y eso es mucho más que lo que tienen tres mil 500 millones de personas, que poseen un total de 2,2 trillones de dólares", aseveró el autor de un video titulado La desigualdad de la riqueza mundial.
Hickel, asesor de The Rules, movimiento que lucha contra las desigualdades, resaltó que estas se muestran hoy de manera brutal y alertó que la situación empeora cada día.
Para ello citó datos provenientes de un reciente estudio de la ONG Oxfam que muestra que en las últimas dos díécadas el uno por ciento de las personas más ricas del planeta aumentó 60 por ciento sus ingresos, pese a la crisis financiera, que aceleró este proceso, en vez de frenarlo.
En el video se muestra el crecimiento de las desigualdades, de modo que en el período colonial la brecha entre países ricos y pobres aumentó de 3:1 a 35:1, y actualmente es de 80:1.
A juicio del economista, estas crecientes diferencias están impulsadas, esencialmente, por la implementación de políticas económicas neoliberales impuestas a los países en desarrollo en los últimos 20 años por instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio.
Añadió que estas políticas neoliberales persiguen liberalizar los mercados a la fuerza y al hacerlo permiten a las multinacionales acceder a tierras, recursos y mano de obra baratos.
A cambio, remarcó, los países pobres pierden anualmente cerca de 500 mil millones de dólares de su Producto Interno Bruto (PIB).
Se trata, dijo, de un obvio flujo neto de riquezas desde las zonas pobres hacia las ricas.
"Los gobiernos de los países ricos celebran constantemente cuánto gastan en ayudas para los países en desarrollo y las empresas multinacionales comprueban esto mediante los informes anuales, pero ninguno confiesa lo mucho que sacan de los países en desarrollo", subrayó Hickel.