La retirada de las materias primas de las carteras de inversión de cara al segundo semestre del año ha sido casi unánime. El cambio de ciclo económico, la retirada paulatina de la liquidez en los mercados por parte de los bancos centrales y los menores crecimientos esperados en las economías emergentes, principales compradores de estos activos, los penaliza, según las previsiones de gran parte de los bancos de inversión.