El sector financiero español ha protagonizado un importante ajuste en los últimos años. El saldo: desde el inicio de la crisis se ha destruido más de 42.200 empleos (un tercio del total de los perdidos en toda la zona euro) y se han cerrado casi 8.000 oficinas (más de la mitad de las que se han eliminado en toda la región). A pesar de estas cifras, los recortes en Irlanda, por ejemplo, han sido más intensos que en España. Concretamente, el sector financiero español, rescato por Europa el año pasado, ha perdido 42.205 puestos de trabajo y el número de oficinas se ha reducido en 7.923 desde finales de 2008 al cierre de 2012, según los últimos datos difundidos por el Banco Central Europeo (BCE). En tíérminos absolutos, el sector español lidera el ajuste en Europa, un resultado que no sorprende pues, según los expertos, se trataba del más sobredimensionado con una red comercial que superaba las 46.000 oficinas al inicio de la crisis. Sin embargo, en tíérminos relativos España pierde el liderazgo. En este caso, se aprecia que Irlanda (país tambiíén rescatado por los problemas de su banca) ha realizado un esfuerzo mayor que España a la hora de reducir su sector financiero. Concretamente, la plantilla de la banca irlandesa ha caído en estos años un 21,5% frente a la bajada del 15,3% registrada en el sector español. En cuanto a las oficinas, los datos demuestran que Estonia (-31,5%) y los Países Bajos (-27,9%) han hecho un esfuerzo mayor que España (-17,2%). Estas cifras sustentan el argumento de las autoridades y del sector que siguen defendiendo que el sector no ha terminado todavía el ajuste. Aun así, de los 128.298 puestos de trabajo que ha perdido el sector financiero europeo desde 2008, más de un tercio se han destruido en España. Además, el descenso de oficinas tambiíén ha sido importante, ya que del total de 14.779 que han echado el cierre en este periodo, más de la mitad lo hicieron en España. 2011 el año más trágico para la banca española En 2011 es cuando más recortes sufrió el sector financiero español. Sólo en este año se cerraron más de 3.000 oficinas y hubo 15.433 despidos tras culminar en este ejercicio la primera oleada de fusiones que había comenzado en 2009. 2012 tambiíén fue especialmente complicado para el sector, aunque el ajuste fue menor (11.664 empleos menos y 1.961 oficinas clausuradas), vivió la intervención de Bankia y, finalmente, el rescate europeo. A cambio del críédito de 41.300 millones que Bruselas inyectó en el sistema financiero español, el MOU (Memorandum of Understanding) establecía una serie de condiciones, entre ellas, un mayor ajuste del sector. De momento, el proceso de restructuración no ha terminado, aunque la Comisión Europea ya descartó en su último análisis que la banca española necesite ayudas adicionales. Eso sí, Bruselas tambiíén alertó de que existen importantes desafíos y riesgos para el sector.
http://www.expansion.com/2013/07/17/economia/1374077314.html