El comprador es la sociedad holandesa DIF Infrastructure, uno de los principales fondos europeos de inversión en infraestructuras.
Además de en la M-50 —una anillo en forma de C que rodea la capital, Dublín— Sacyr Concesiones mantiene su participación en otra autopista irlandesa —la N-6, que une las ciudades de Galway y Ballinasloe— además de contratos de mantenimiento de infraestructuras.
El grupo ha informado de que esta venta es parte del plan para reducir la deuda y ha indicado que los recursos obtenidos servirán para promocionar y desarrollar otros proyectos. Precisamente en Irlanda hay otros proyectos de concesiones a la compañía que se encuentran en fase de estudio.