La banca ha logrado cerrar el mejor trimestre de los últimos tres años. El sector ganó 3.095 millones entre marzo y junio por su negocio en España, una cifra que no superaba desde el mismo periodo del ejercicio 2010, momento en que las cajas comenzaron su gran reestructuración con la primera oleada de fusiones.
Los beneficios de las entidades (bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros) no responden a una mejora sustancial de la actividad, que todavía sigue deprimida, sino por la ausencia de grandes provisiones para sanear su balance y, tambiíén, por la recogida de plusvalías por venta de activos y canje de preferentes por títulos con quitas de hasta el 90 por ciento en algunos casos.
En los últimos ejercicios el sector ha tenido que hacer frente a significativas dotaciones para hacer frente no sólo a la subida de la morosidad, que alcanza cifras históricas, sino a los diferentes normativas para elevar las coberturas por los inmuebles adjudicados y por los príéstamos concedidos al promotor. Sólo el año pasado tuvo que destinar más de 80.000 millones para cumplir con los dos reales decretos del ministro Luis de Guindos.
Una vez realizado todo este esfuerzo extraordinario las entidades han iniciado una senda a la normalización de la cuenta de resultados. Los banqueros confían en que poco a poco la actividad vaya recuperándose y se traslade a una mejora progresiva de los márgenes, a lo largo de la segunda mitad de 2013 y, principalmente, de 2014.
Anticipo de provisiones
De momento, el sistema español ha conseguido dejar atrás las píérdidas, a pesar de que en el primer semestre ha adelantado parte de las provisiones que le exigirá el Banco de España por los cambios en las dotaciones para refinanciaciones de críéditos. Sólo las principales entidades han anticipado 5.000 millones por este efecto, al traspasar este tipo de príéstamos de la rúbrica de normales a morosos.
Pese a este impacto, muy inferior al sufrido otros años, la banca cerró el primer semestre con unos beneficios de 3.842 millones, frente a los números rojos de más de 9.600 millones del mismo periodo de 2012. Entre marzo y junio, las ganancias se multiplicaron por tres frente al trimestre anterior. En los tres primeros meses algunos algunos grupos tuvieron que culminar el esfuerzo del saneamiento extraordinario del balance por su exposición al ladrillo, lo que lastró el cómputo global del sistema.
Acelerón en desinversiones
El impulso de los beneficios en los últimos tres meses obedece,asimismo, al acelerón de desinversiones realizadas, en buena parte, por los grupos de cajas que han recibido ayudas públicas. La imposición de Bruselas de deshacerse de la cartera industrial a cambio del dinero comunitario inyectado para recapitalizarse, ha propulsado las ganancias del sector.
Las ventas se han materializado, en su mayor parte entre marzo y junio. En total, las plusvalías cosechadas por la reducción de estas participaciones alcanzan casi los 700 millones. Algunas, no obstante, se contabilizarán en los próximos trimestres, como en el caso de Bankia con su filial de Estados Unidos, City National Bank of Florida. Los beneficios han sido posibles gracias a las dotaciones llevadas a cabo el año pasado con un ajuste de valor.
Una parte de las ganancias del sector proviene de plusvalías, pero las obtenidas por venta de activos, sino por los canjes de preferentes y subordinadas canjeadas por acciones con un descuento. El grueso de estos beneficios no incrementan la cuenta, porque las entidades con ayudas lo han reservado para hacer frente a los arbitrajes y los juicios reclamados por los clientes particulares, a los que tendrán devolver toda la inversión en caso de que se demuestre que hubo engaño en la comercialización. Pero una mínima proporción de esas ganancias, que aún no ha sido detallada, se ha destinado a elevar la cuenta del trimestre.