Por... Martin Hacthoun
El gobierno de la presidenta, Cristina Fernández, podría presentar un nuevo reclamo a la Cámara de Apelaciones de Nueva York, luego de que tres jueces de esa instancia falló a favor de financistas de los llamados fondos buitre, contra Argentina.
Antes de acudir a la Corte Suprema, el equipo económico del Ejecutivo analiza un nuevo recurso para demandar que ese veredicto, dictado la víspera, sea revisado por todos los integrantes de ese órgano judicial, según informa hoy el diario Clarín.
De acuerdo con ese periódico, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, aguarda una reunión con la presidenta para confirmar los próximos pasos a seguir por el Gobierno.
Hasta anoche, los asesores del funcionario estaban reunidos planificando las distintas alternativas que se podrían implementar para ganar más tiempo y evitar complicaciones en los pagos de deuda.
El fallo, que los medios aquí coinciden en tildarlo de rapiña, favoreció a los acreedores a cobrar lo que reclaman acordó con el carácter contractual de la emisión de la emisión de deuda en 1994 durante el mandato de Carlos Menem, y desconoce el proceso de reestructuración que hizo posteriormente el país.
Tambiíén obvia las condiciones que condujeron al incumplimiento del pago de la deuda, y el posible riesgo para otras negociaciones de naciones en problemas.
Sin embargo, el tribunal frenó la aplicación del fallo hasta que resuelva el litigio en la Corte Suprema, lo cual le da a las actuales autoridades argentinas un margen de maniobra en su reclamación.
"Fallos de rapiña", "Deuda: un duro fallo en Nueva York favoreció a los fondos buitre", "Traje a medida para los buitres", "El caso iría a la Corte Suprema, pero hay dudas de que lo acepte", "Antes de ir a la Corte, Economía presentará una nueva apelación", son algunos de los titulares en los medios este sábado sobre el fallo de la corte neoyorquina.
El veredicto -alerta el diario Página 12- desconoce el impacto negativo que podría generar a futuras reestructuraciones de deuda y el carácter inequitativo de un pago por la totalidad de las tenencias de los buitres frente a quienes aceptaron el canje, principales argumentos de las presentaciones argentinas.
La decisión convalidó la políémica fórmula de pago que propusieron los mismos grupos financistas al juez Thomas Griesa a fines del año pasado: una cuota de mil 330 millones de dólares en efectivo.
Argentina tiene ahora 90 días para llevar al máximo tribunal el pedido de revisión -writ a certioriari- de la sentencia. Esa situación despeja, por lo menos, hasta principios de 2014 el escenario de "incumplimiento tíécnico".
Los denominados fondos buitres son grupos financieros que suelen apostar a "pacientes" con altas posibilidades de rehabilitación, es decir, a Estados o empresas en deuda que tienen probabilidad de regularizar sus finanzas y salvar una cesación de pagos.
El nombre es una metáfora que compara a esos financistas con los buitres al sobrevolar pacientemente, esperando para lanzarse sobre los restos de una compañía que se debilita rápidamente, al igual sucede con las deudas de Estados con potencial capacidad de recuperación.
Varios de esos fondos adquirieron parte de los adeudos argentinos en los años de neoliberalismo desenfrenado en la íépoca de Carlos Menem, y el actual gobierno convino con todos sus acreedores ir saldándolos al 100 por ciento, pero los grupos buitre exigen un pago mayor.