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Las dificultades económicas actuales impiden que el Banco Central Europeo (BCE) comience a normalizar su política monetaria, caracterizada desde hace años por las bajas tasas de interíés, afirmó un directivo de la institución.
El consejo gobernante del ente emisor dijo en forma unánime que los tipos permanecerán bajos, al nivel actual o inferiores, por un período extendido de tiempo, recalcó el consejero del BCE, Benot Coeuríé, en una entrevista publicada por un diario sueco.
El llamado guardián del euro los vigila de cerca y se asegurará de que no suban demasiado, sino en niveles razonables, añadió.
Durante los últimos años, el BCE mantuvo sin cambios su principal tasa de interíés en el mínimo histórico de 0,5 por ciento.
Su presidente Mario Draghi, expuso que mantendrá la política de dinero barato por un tiempo prolongado, debido a la persistente debilidad económica y a las dificultades a la hora de acceder al críédito, aunque destacó que la diferencia entre países no se ha hecho más grande.
Sobre las críticas que alertan de una elevada inflación, Draghi negó que existan riesgos al respecto.
La inflación se situará en línea con la estabilidad de precios a medio plazo y en el objetivo de mantenerse por debajo pero cerca del dos por ciento, remarcó.
En los últimos años, en medio de la peor crisis económica de varias díécadas, los principales bancos centrales del orbe apostaron por reducir los tipos a mínimos históricos con el objetivo de incentivar los príéstamos y estimular la inversión.
El BCE realizará su próxima reunión de política monetaria el 5 de septiembre.