La silenciosa liquidación que realiza el Gobierno de la cuarta parte del patrimonio del Estado
Por Jorge Chamizo - La otra cara de la moneda .
Se anunció de forma discreta y está pasando desapercibido para casi todo el mundo. El Gobierno está vendiendo buena parte del 'joyero de la abuela' que ha heredado para apuntalar las deficitarias cuentas del Estado, que intentan contener un díéficit que sigue siendo desmesurado.
Para hacer frente a sus dificultades financieras persistentes, el Gobierno está llevando a cabo la venta de cerca de la cuarta parte de su patrimonio público, unos 15.000 bienes de todo tipo: desde grandes edificios a fincas de gran valor ecológico, tal y como ha recordado el diario francíés Le Monde.
Este Plan que el Gobierno califica como "ambicioso" ya ha empezado, aunque pocos lo dirían. Se llevará a cabo en los ejercicios 2013, 2014 y 2015. Entre los activos públicos a liquidar, que abarcan desde edificios emblemáticos de las más bellas calles de Madrid a terrenos no urbanizables junto a autopistas y vías ferroviarias, aparecen viviendas (1.869, más 6.906 del Ministerio de Defensa), oficinas (126), solares (382), locales comerciales (805), fincas rústicas (4.832), edificios industriales (19), garajes y trasteros (16), inmuebles asistenciales (6) y edificios singulares (98). La gestión de estos inmuebles está repartida por varios ministerios, por lo que los centros encargados de venderlos dependen de Hacienda, Defensa, Fomento, Interior, Trabajo o Agricultura. Una de las joyas de este gran mercadillo público de más de 15.000 propiedades es el edificio de la sede de la CNMV en el Paseo de la Castellana de Madrid y otra es el fabuloso dominio de la Almoraima, en Andalucía.
[Tambiíén de interíés: ¿De verdad España es insolvente?]
La propiedad es una pequeña joya, única en Europa. Cubre más de 14.000 hectáreas - se trata de una de las grandes latifundios que aún existen en el Viejo Continente - y aproximadamente el 90% pertenece al parque natural de Los Alcornocales, uno de los ejemplos más espectaculares del bosque mediterráneo primario. Se extiende desde la punta de Tarifa, en la costa sur, hasta la Sierra de Grazalema, a unos cien kilómetros al norte, 170.000 hectáreas del parque que tambiíén cuenta con la mayor formación de alcornoques en la Península Ibíérica.
La liquidación del patrimonio inmobiliario del Estado ya comenzó en 2012 cuando el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, encargó vender 100 edificios del centro de Madrid con el objetivo de ingresar 2.000 millones de euros por aquellos inmuebles que estuvieran en desuso. Poco se conoce del resultado de esas gestiones, pero tal y como está el mercado inmobiliario de edificios singulares y de oficinas, poco se habrá podido avanzar.
España no es el único país que recurre a vender las joyas de la Corona. Franí§ois Hollande busca tambiíén dinero donde puede y para ello está vendiendo las más diversas joyas del patrimonio inmobiliario francíés, evaluado en unos 110.000 millones de euros.
Tambiíén se alquilan inmuebles que por su carga histórica no son vendibles. Es el caso del antiguo palacio de Versalles, que presta sus salas a los grandes productores de Hollywood que desean filmar escenas singulares. Otro tanto ocurre con edificios anexos al Louvre y varios palacios nacionales.
La venta de estos inmuebles de la más diversa naturaleza permitirá conseguir, este año, unos 530 millones de euros, destinados a aliviar las necesidades de tesorería de un Estado con un díéficit mucho más moderado que el español pero que ha obligado a su gobierno a pedir una prórroga a Bruselas pasa poder cumplir con el pacto de Estabilidad.
IDNet Noticias
@Jorcha