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Los altibajos en los últimos datos de la economía estadounidense exacerban las dudas sobre la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) comience la reducción de su estímulo monetario.
El tercer trimestre del año comenzó con cifras poco halagí¼eñas para la nación norteña al conocerse un fuerte retroceso de los pedidos de bienes duraderos en julio.
El Departamento de Comercio reportó que el indicador cayó 7,3 por ciento, su mayor descenso en casi un año.
El repliegue, atribuido al deterioro de la demanda de bienes desde aeronaves a computadores y equipamiento de defensa, puso fin a tres meses consecutivos de avances.
La entidad recordó que las solicitudes, que van desde tostadoras hasta aeronaves, treparon 3,9 por ciento en junio.
Asimismo, las ventas minoristas crecieron menos de los esperado en el síéptimo mes del año, un componente seguido muy de cerca por el aporte económico del gasto de los consumidores.
Dichos números, opinan expertos, son un componente esencial ya que el gasto por consumo representa el 70 por ciento del Producto Interno Bruto del país.
Las medidas de austeridad de Washington y una demanda global más díébil pesaron en la economía estadounidense en la primera mitad del año y los mayores impuestos aplicados, en aras de reducir el díéficit presupuestario, restringieron las compras de las personas.
En dicho contexto, la FED mantiene su política de tipos de interíés cercanos a cero y las medidas monetarias expansivas para hacer fluir el críédito, lo cual ha motivado temores de deflación si estas medidas excepcionales se alargan demasiado tiempo.
El ente emisor anunció que mantendrá sus medidas de estímulo, debido al aumento de precios contenido y a la persistente debilidad del mercado laboral.
Su presidente, Ben Bernanke, declaró que una política altamente expansiva aún era necesaria durante el futuro previsible, cuando hace menos de tres meses expresó que la economía se estaba expandiendo lo suficiente como para retirar el incentivo a mediados de 2014.
Por su parte, el presidente de la FED de Chicago, Charles Evans, dijo recientemente que la reserva podría disminuir su programa de expansión monetaria más adelante este año y no descartó que ocurriera este mes, dependiendo de los datos económicos.
Evans, quien es miembro con derecho a voto en el comitíé de política monetaria del ente emisor en 2013, dijo que mantendrán las tasas de interíés a corto plazo en cerca de cero hasta que el desempleo caiga por debajo del 6,5 por ciento, lo cual podría suceder a mediados de 2015.