La troika, formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) volverá a España en la semana del 23 de septiembre para efectuar la cuarta evaluación del programa de rescate a la banca, conformaron a Efe fuentes comunitarias.
Se trata de la penúltima misión de la troika antes de que concluya en diciembre el programa de hasta 100.000 millones de euros concedido en julio de 2012 a España para sanear su sistema bancario.
En junio pasado, la CE afirmó que no era el momento de discutir sobre una posible prórroga del rescate más allá de su fin en diciembre ante los riesgos existentes, pero tampoco descartó de entrada esta opción e indicó que evaluará la situación en otoño.
En su último informe completo sobre la tercera revisión del rescate, que tuvo lugar en mayo, la CE descartó que la banca española necesite, de momento, ayudas adicionales a los 41.300 millones de euros ya desembolsados, pero alertó de que existen importantes desafíos y riesgos para el sector.
“No hay actualmente ninguna razón para prever más desembolsos en el programaâ€, señaló, al tiempo que aseguró que el plan de saneamiento de la banca española continúa encarrilado y que España ha cumplido casi todas las condiciones establecidas.
La solvencia de los bancos españoles ha aumentado tras la recapitalización y la transferencia de activos a la Sareb, el conocido como “banco maloâ€, con ratios por encima de los requisitos europeos, pero la Comisión pidió a España que vigile continuamente la evolución de la calidad de los activos y los balances.
Ello se debe a la existencia de algunos desafíos y riesgos importantes que podrían dificultar la estabilización final del sector, entre ellos el decreto andaluz contra los desahucios, suspendido de forma cautelar el pasado 11 de julio por el Tribunal Constitucional (TC).
En concreto, afirmó que la Sareb se enfrenta a “incertidumbres jurídicas†derivadas del plan andaluz, que podría tener un impacto negativo en su actividad, tanto directo por las sanciones (calculadas en 200 millones de euros), como indirecto por reducir el apetito inversor y por consiguiente deteriorar el valor de la cartera de la entidad.
Bruselas saludó además el requisito para una mejor clasificación de los príéstamos refinanciados del Banco de España, pero dejó entrever cierta preocupación por la reciente sentencia del Tribunal Supremo que anula las cláusulas suelo en los casos en los que incumplen ciertos requisitos de transparencia.
Estos impiden a los clientes beneficiarse de determinadas rebajas del euríbor y la CE advierte de que esta medida “podría tener un impacto negativo en la rentabilidad†de los bancos.
Otra preocupación de Bruselas era el “elevado volumen de activos por impuestos diferidos en los balances†de varios bancos españoles.
Tambiíén la Sareb tiene “importantes desafíosâ€, entre ellos aplicar su plan de negocio para deshacerse de su cartera de activos en unas condiciones de mercado muy difíciles y con la feroz competencia de los bancos.
Para el Ejecutivo comunitario, el lado macroeconómico supone asimismo un desafío para la banca.
“Una prolongación de las tendencias negativas en materia de desempleo, ingresos reales y la solvencia de las empresas más allá de las expectativas actuales elevará los riesgos, particularmente para los bancos más díébilesâ€, señaló en su informe.
La CE afirmó tambiíén que “el sector financiero y los mercados financieros españoles en general siguen siendo vulnerables†y “la incertidumbre, tanto por la evolución de la economía real como por su posible impacto en la banca sigue siendo elevadaâ€.