El impuesto del juego no funciona. La tasa, que grava con el 20% los premios de lotería superiores a 2.500 euros, siempre que se hayan ganado en juegos y sorteos organizados por Loterías y Apuestas del Estado (LAE), la Organización Nacional de Ciegos Españoles (Once) o la Cruz Roja, está levantando cada vez más ampollas en el sector. Tanto la Once como los loteros insisten por ello en que debe ser retirado cuanto antes y, de hecho, así se lo han trasladado al Ministerio de Hacienda cada vez que han tenido oportunidad.
Tal y como adelantó elEconomista el pasado 22 de agosto, la recaudación por el nuevo gravamen sobre las loterías ascendió a 122 millones de euros en los seis primeros meses del año, según datos de la Agencia Tributaria, algo que cercena la posibilidad de cumplir el objetivo del Gobierno de ingresar 824 millones con esta figura impositiva. Y es que esos 122 millones suponen sólo el 14,8% de la previsión con medio ejercicio ya cumplido.
El efecto, en cambio, ha sido que tanto las ventas de la Once como las de Lotería están cayendo. La organización de ciegos se posiciona abiertamente en contra del impuesto y pide su retirada. Algo más cauta, sin embargo, se muestra Anepal, la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administraciones de Lotería. "Cuánto más hablemos del impuesto será peor porque más caerán las ventas. Se lo dijimos en su día al Gobierno y lo volvemos a hacer ahora. Desgraciadamente, nuestras peores previsiones se están cumpliendo", aseguran desde la asociación.
Retirada
Manuel Izquierdo, presidente de esta organización, asegura que "aunque somos conscientes de que el impuesto no se puede retirar en este momento, a mitad de año y con los presupuestos ya aprobados, si que sería bueno que el Ministerio de Hacienda optara por su retirada de cara al próximo año". Tanto la Once como las adminitraciones de lotería reclaman al Gobierno que examine, sobre todo, si el impuesto una vez cerrado el ejercicio ha dado o no los resultados esperados, algo muy poco probable a estas alturas, para tomar una decisión.
De momento, el desincentivo que supone el nuevo e infructuoso tributo, unido a la atonía compradora inherente a la crisis, está agudizando el ritmo de caída en las ventas de Loterías. Ya en 2012, la facturación se redujo un 4,83%. Y todo apunta que este año la merma puede ser aún mayor mayor.
Las cifras totales del primer semestre apuntan a una caída del 7,8% en los juegos del Estado. Prueba de la gravedad de la situación es que en el presente ejercicio, las ventas cayaeron un 13% en el primer Sorteo del Niño sujeto al gravamen, o el descenso registrado en enero frente al mismo mes de 2012, que llegó al 10% en el agregado de todos los juegos. Y en el caso de la Once, aunque el descenso no es tan acusado, la caída está rondando ya el 2%, que se suma además al descenso que hubo ya en el último ejercicio.
El principal problema es que a la píérdida de poder adquisitivo de los españoles como consecuencia de la crisis y el impuesto, se suma además el fuerte crecimiento del juego online. Pese a que en 2011 se aprobó una Ley del Juego que obligaba a todos operadores online a que dispusieran de un dominio '.es' y pagaran sus impuestos en España, hay multitud de operadores ilegales que siguen operando desde Gibraltar, Malta o Panamá y otros paraísos fiscales del Caribe.
Creación de empleo
Pese a todo ello, y aunque sus cuenta de resultados está sufriendo la crisis y la mayor presión fiscal, la Once ha firmado un compromiso con el Estado para crear hasta 2021 un total de 15.000 nuevos puestos de trabajo. Actualmente, la organización y sus empresas dan empleo a un total de 36.000 personas, una gran parte de ellas con minusvalías o discapacidad.
El importe neto de la cifra de negocios de la Once y sus sociedades dependientes en el ejercicio 2012 ascendió a 2.328 millones de euros, lo que supone una disminución del 2% respecto al ejercicio anterior, motivada por las caídas del 2,2% de la venta de productos de juego y del 1,4% de las ventas de la corporación empresarial. El superávit de explotación de 2012 se situó en 35,8 millones de euros, frente a los 39,4 millones del ejercicio anterior. Este descenso se produce a pesar de que en 2012 no le correspondió percibir la asignación financiera del Estado, frente a los 51,0 millones registrados un año antes.
El resultado consolidado, tras la asignación al fondo de estabilidad de premios, asecendió a un importe negativo: 22,4 millones frente a las píérdidas de 21,9 millones de euros negativos del ejercicio anterior.