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Autor Tema: Los ‘cortos’ mantienen máxima presión en Acciona, Acerinox, Meliá y Codere  (Leído 198 veces)

Eguzki

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Los inversores cortos o bajistas, aquellos que toman posiciones en un valor a la espera de sacar provecho de futuras caí­das de la cotización, optaron por reducir posiciones en el capital de once compañí­as españolas y por incrementarlas en otras trece a lo largo de los últimos quince dí­as. Según se extrae del último registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), correspondiente al periodo que va del 26 de agosto al 6 de septiembre, los bajistas alcanzan niveles históricos en cuatro compañí­as españolas: Acciona, Acerinox, Meliá Hoteles y Codere.

En el caso de Acciona, despuíés de registrar una leve tregua entre la segunda y la tercera semana de agosto, ve como los zarpazos de los osos se incrementan del 4,71% al 4,8%. La radiografí­a es similar para Acerinox, que pasa del 6,79% al 6,91% y Meliá, del 3,81% al 4%. En el caso de Codere, los cortos mantienen la misma exposición de las tres últimas quincenas con un 0,3% del capital en su poder.

Tambiíén destaca la evolución de los datos en la banca mediana, donde se registran algunos de los descensos más fuertes de las últimas dos semanas, en paralelo al rebote de su cotización en el parquíé. El repliegue de los bajistas del capital de Bankinter es el mayor de la bolsa española, al pasar del 1,71% al 0,3%, el nivel más bajo de toda la serie histórica recogida en la CNMV. La presión tambiíén se relaja en torno a Banco Sabadell al pasar del 3,74% al 3,27%, el nivel más bajo desde el pasado mes de marzo. No obstante, la retirada no es generalizada. Así­ se observa en el caso de Banco Popular, donde los cortos pasan del 1,3% al 1,52%.

Destacable es tambiíén el caso de Iberdrola, donde los bajistas vuelven a estar presentes tras su salida a mediados de julio y ostentan el 0,2% del capital. Tambiíén vuelven a dejarse notar en Viscofan, donde regresan desde julio de 2011 al tener un 0,2%. Gamesa es otro de los valores que más ve incrementada su exposición a estos inversores, al pasar del 0,29% al 0,63%.

Un respiro para BME y Abengoa

Dos de los valores más expuestos a los bajistas han visto como en los últimos dí­as se ha relajado la presión que reina sobre ellos. Estos son Abengoa, que tiene el dudoso honor de ser la firma más expuesta a los cortos, y BME (la tercera más afectada por los osos). En el caso de la primera, pasan de ostentar un 7,24% al 7,03% del capital, mientras que en la segunda se reducen del 5,64% al 5,38%.

La caí­da tambiíén es palpable en el caso de FCC, donde pasan del 3% al 2,79%; en Tíécnicas Reunidas, del 3,27% al 3,02% y en ACS, del 1,28% al 1,05%.

Destacable es tambiíén el caso de CAF, único valor en el que los cortos se retiran por completo. El buen hacer de la compañí­a de ferrocarriles en bolsa y las buenas perspectivas que acumula no ha pasado desapercibido para los bajistas, que se marchan por completo de la compañí­a desde la lectura del 0,21% de las últimas semanas.

Otra forma de invertir

Las posiciones cortas o bajistas representan una opción más que tienen a su alcance los inversores para operar en bolsa. A diferencia de las posiciones alcistas o largas –más habituales-, en las que los inversores ganan cuando compran a un precio y venden luego a otro más alto, en las bajistas o cortas las ganancias se producen cuando el precio de las acciones cae.

La clave reside en adelantarse a ese descenso tomando prestados en el mercado tí­tulos de esa empresa que son propiedad de otro accionista. Por ese príéstamo, el bajista le pagará a ese accionista unos intereses en concepto de alquiler temporal. En cuanto las tiene en su poder, el inversor bajista vende esas acciones que ha tomado prestadas a la espera de que en el futuro caigan. Si eso ocurre, las recompra a un precio más barato, con lo que se embolsa la diferencia entre el precio de venta inicial -más alto- y el precio de recompra posterior -más bajo-. Parte de esta ganancia será empleada por el inversor bajista para pagar los intereses por el alquiler de las acciones; el resto será su beneficio. Por su parte, al tíérmino de la operación el accionista original volverá a tener los tí­tulos en su poder y se habrá llevado el importe de ese alquiler -los intereses-.

En todo este proceso, el inversor a corto está asumiendo el riesgo de que su intuición no se vea premiada. Si, en contra de lo que cree, las acciones suben, sufrirá las píérdidas correspondientes al pago de los intereses y la recompra de los tí­tulos, para devolvíérselos al accionista, a un precio mayor