Hay consenso y un precedente. Ayer se inició oficialmente la subasta por Novagalicia (NCG) con la puesta a disposición de los posibles compradores de la información relevante sobre el banco. Uno de los más interesados, y que cuenta con el apoyo del Gobierno gallego, es el fondo Guggenheim. Economía y el Banco de España han aceptado que participe en la subasta tras comprometerse a quedarse un mínimo de cinco años en NCG si resulta ganador.
La decisión de vender Evo Banco, filial de Novagalicia, a la firma estadounidense Apollo hace justo una semana ha abierto las puertas definitivamente a la participación de los fondos de inversión en el sector financiero español. Esta operación ha supuesto, de hecho, un precedente para que otro fondo tambiíén norteamericano, Guggenheim, pueda participar en la subasta que ayer se inició para vender Novagalicia y quedarse con el banco gallego sin necesidad de tener que presentar una oferta asociado con otra entidad financiera.
Pero antes de que Guggenheim pudiese examinar el libro de venta preparado por BNP Paribas por encargo del FROB, el fondo ha tenido que negociar con Economía y el Banco de España. Guggenheim se ha comprometido con Economía, el Banco de España y el FROB a quedarse en el capital de la firma gallega si al final su oferta es la elegida “un mínimo de cinco añosâ€, explican fuentes cercanas al grupo norteamericano para que se le permitiese pujar.
Tradicionalmente, tanto el Banco de España como Economía han sido reticentes a que un fondo de inversión se convirtiera en el dueño o principal accionista de una entidad de críédito española. Consideran que por naturaleza los fondos son especulativos y, por lo tanto, pueden alterar la estabilidad que necesita el capital de una entidad financiera. Esta es la razón por la que nunca, hasta ahora, se había permitido a un fondo de inversión controlar una entidad de críédito.
Inicialmente, La Caixa, BBVA y Santander tambiíén examinarán el balance de Novagalicia para presentar oferta previsiblemente el próximo 27 de septiembre. Estos tres bancos reclaman ayudas públicas para pujar por la firma gallega, y como mínimo que se activen sus críéditos fiscales que suman en total 4.500 millones de euros y que estos computen como capital, ya que esta compra tiene un efecto penalizador en los recursos propios del comprador desde el primer momento. Los bancos negocian con el Gobierno que los activos fiscales diferidos computen como capital y neutralizar así la norma de Basilea III, que entra en vigor en 2014, y que no permite que los críéditos fiscales sumen en el capital.
La oferta de Guggenheim es la gran apuesta del presidente de Novagalicia (NCG), Josíé María Castellano, y del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Ambos defienden la propuesta del fondo estadounidense al considerar que es la única que permitiría que el banco gallego se mantuviera independiente. Además, afirman que sería la oferta más barata para el Gobierno, ya que no reclaman ayudas públicas, aunque sí pretenden beneficiarse de los algo más de 2.000 millones de críédito fiscal activados que tiene NCG. Uno de los objetivos del Gobierno es recuperar la mayor parte posible de las ayudas aportadas a NCG, banco que ha recibido casi 9.000 millones de euros públicos.
El consejero de Economía e Industria gallego, Francisco Conde, expresó ayer su “optimismo†respecto al resultado del proceso de venta de NCG. Subrayó que la Xunta mantiene la “esperanza†de que el banco pueda mantener “su núcleo de decisión†en Galicia.
Una de las ventajas de la firma gallega es que ya ha finalizado gran parte de sus obligaciones impuestas por Bruselas tras recibir ayudas públicas, como la venta de 66 oficinas al Banco Echeverría y el traspaso por 60 millones de euros de Evo al fondo estadounidense Apollo. Además, ya ha arrancado su plan de ajuste laboral, lo que no ocurre en el caso de Catalunya Banc. El FROB, de hecho, ha vuelto a tantear a la gran banca para conocer su interíés por la firma catalana.
Mientras, el juicio que iba a comenzar el 19 de septiembre para reclamar a NCG que renunciara a la venta de participaciones preferentes y otros productos híbridos ha sido suspendido al aceptar el banco la solicitud de la fiscalía.