Telefónica se enfrenta a un callejón de difícil salida en Italia. La operadora, socio de referencia de Telecom Italia (TI) a travíés del hólding Telco, negocia con el resto de accionistas una fórmula que permita reforzar el balance del grupo y, al tiempo, evitar la entrada de socios hostiles en la endeudada operadora italiana.
La compañía que preside Cíésar Alierta, que no ha querido hacer comentarios, cuenta con el 10,5% en la operadora italiana a travíés de Telco, donde posee un 46% y es su mayor accionista. Este holding tambiíén está participado por Generali (30,6%), y los bancos Mediobanca (11,6%) e Intesa Sanpaolo (11,6%), que han advertido de su intención de abandonar el capital de Telco. Sin tomar el control Lo malo para Telefónica es que, además del problema de encontrar dinero para comprar esos paquetes, sin que su objetivo de rebaja de deuda sufra demasiado, se enfrenta al dilema de que, en caso de hacerlo, tomaría el control total de Telco y por tanto de TI, con lo que tendría que consolidar los casi 30.000 millones de deuda de la italiana, algo que el ráting de Telefónica no se puede permitir. La operación italiana pretendía –en el caso de Telefónica– mucho más que mantener un cierto control sobre TI. Telefónica entró en Italia inmediatamente despuíés de que lo intentara el mexicano Carlos Slim, y con el objetivo de impedir que, a travíés del control de TI, el propietario de Amíérica Móvil pudiese controlar, tambiíén, su filial brasileña TIM. Si eso hubiera ocurrido, Slim hubiera podido unir su filial brasileña y la de TI y crear un gigante con el 50% del mercado desplazando a Telefónica, que entonces tenía un 30%, a un lejano segundo puesto. La perspectiva de que Slim fuera el líder destacado de Míéxico y Brasil, que suponen, juntos, más de la mitad del mercado latinoamericano, era demasiado peligrosa para Telefónica.
La encrucijada de Telefónica en Telecom Italia,Empresas de Telecomunicaciones, medios y tecnología. Expansión.com
