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El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que la negativa de los republicanos a respaldar el aumento del techo legal de la deuda pública, fijada en 1,6 billonbes de dólares, sería el colmo de la irresponsabilidad.
En un discurso en la ciudad de Liberty (Misuri, centro), el mandatario tambiíén rechazó toda concesión a los conservadores sobre la reforma de salud, una parte fundamental de la cual debe ser implementada a partir del 1 de octubre.
El Departamento del Tesoro alertó que el país corre el riesgo de cesación de pagos si el Congreso no aumenta el techo del ingente díébito.
No somos un país de malos pagadores, dijo el mandatario, quien alertó acerca del trauma de una economía convaleciente aún, luego de haber transcurrido cinco años de la crisis financiera.
Los republicanos, que constituyen mayoría en la cámara de Representantes, adoptaron el viernes una ley presupuestaria provisoria con una cláusula que suprime los financiamientos requeridos por la reforma de salud que defiende Obama.
Según analistas si ningún presupuesto recibe el beneplácito para el 30 de este mes, el gobierno federal deberá cerrar servicios no esenciales y miles de funcionarios pasarían automáticamente al seguro por desempleo.