El banco malo o Sareb está dispuesto a casi todo para reducir cuanto antes sus riesgos y evitar una temida ampliación de capital. La compañía presidida por Belíén Romana incluso ha abierto la puerta a aplicar quitas en la deuda que mantienen gran parte de sus clientes.
El pasado viernes lanzó la campaña Plan oportunidad 2013, del que podrán beneficiarse el 95 por ciento de las compañías inmobiliarias que tienen un príéstamo ahora en manos de la Sareb. Este proyecto, dirigido a pequeñas y medianas empresas, consiste en una negociación directa y abierta entre las dos partes para renegociar las condiciones, incluida una quita que podría superar hasta poco más de la mitad del mismo.
El descuento, que en un primer momento será propuesto por la propia inmobiliaria, tiene una línea roja: que no suponga un quebranto para el banco malo. Es decir, que la quita no supere en ningún momento la valoración en libros que se anotó en el momento del traspaso de estos activos en diciembre o en febrero.
Las entidades con ayudas públicas transfirieron los críéditos inmobiliarios por encima de 250.000 euros con un recorte medio de entre un 30 y un 56% sobre el nominal. Este es el margen con el que juega la Sareb, ya que el cliente sigue manteniendo toda la deuda en la actualidad.