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La Agencia Internacional de Energía (AIE) predijo que el carbón será cada vez más crucial para la generación elíéctrica en el Sudeste Asiático, a la vuelta de dos díécadas, en un informe divulgado hoy.
Pese a reconocer su reputación como un combustible contaminante, vislumbra su uso en proporción creciente hacia 2035 cuando la dependencia del petróleo importado se torne insostenible.
El estudio recomienda a la región invertir por lo menos alrededor de un trillón de dólares en infraestructuras energíéticas alternativas a los crudos fósiles.
Señala que en el presente el uso de la predominante fuente se mantiene bajo en esta parte de Asia, al representar solo la mitad del promedio mundial, pero en la futura fecha proyectada aumentará en un 80 por ciento.
La agencia especializada prevíé que para entonces los países del Sudeste Asiático importarán más de cinco millones de barriles diariamente, y se convertirán en su conjunto en el cuarto comprador mundial despuíés de China, India y la Unión Europea.
Añade que les costará hasta 240 mil millones de dólares, equivalentes al cuatro por ciento de su Producto Interior Bruto, un capítulo en el que por ahora Tailandia e Indonesia son los más gastadores.
Avizorando lo que puede venir, las 10 naciones integrantes del bloque Asean se inclinan a reducir las ventas del carbón y el gas natural que posean para satisfacer demandas internas.
Unas 134 millones de personas, una quinta parte de la población total, todavía carece acceso a la corriente elíéctrica.