Cuando el Banco Popular decidió comprar el Pastor, uno de los argumentos de sus directivos es que pagaba menos que su valor contable, lo cual generaba un colchón a favor de 418 millones que lo convertía en una buena operación. Sin embargo, a la hora de la verdad, el banco presidido por íngel Ron ha tenido que hacer una limpieza de 3.343 millones en el Pastor y, pese a asignar un valor a la marca, la cartera de clientes y los críéditos fiscales, el resultado contable final es que el Popular pagó 1.246 millones por una entidad cuyo valor neto era negativo por 497,1 millones.
Así consta en la respuesta del Banco Popular a un requerimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha pedido explicaciones sobre el tratamiento contable de la operación, dentro del control ordinario que hace el supervisor de las cuentas anuales de las sociedades cotizadas. La limpieza de 3.343 millones se concentró en la cartera de críédito (2.683 millones) y los activos inmobiliarios (853 millones), mientras que el ajuste del resto de las partidas tuvo un impacto ligeramente positivo.
Con esa limpieza, quedaba un fondo de comercio o exceso de precio sobre el valor contable, de 2.925 millones, pero el Popular se ha apuntado como intangibles la marca Banco Pastor, que ha valorado en 47,9 millones, y las relaciones con clientes, por las que ha contabilizado 195,6 millones. Además, las fuertes píérdidas incurridas en la limpieza del balance han generado activos fiscales por importe de 938 millones. Con todo ello, el fondo de comercio ha quedado en 1.743 millones por una operación de compra de 1.246 millones. La diferencia es el importe neto de los activos y pasivos del Pastor: los 497,1 millones negativos citados.
El Popular diseñó la absorción del Pastor antes del endurecimiento de la normativa sobre provisiones (los decretos Guindos) y asumió la limpieza de la entidad adquirida sin ningún tipo de ayudas públicas. El banco realizó una ampliación de capital de 2.500 millones entre inversores privados.
Los activos fiscales (impuestos a ahorrarse por futuros beneficios) aportados por el Pastor son solo una parte del total de 3.527 millones que tiene contabilizados el grupo. La CNMV ha pedido tambiíén al banco que justifique que habrá en el futuro suficientes beneficios para compensar esas bases imponibles negativas. El Popular contesta que con su plan de negocio (que prevíé un beneficio antes de impuestos normalizado de 1.412 millones desde el año próximo) o incluso con las previsiones de analistas (algo más negativas), en solo cinco años los activos fiscales se usarían al menos en un 70% y quedarían completamente absorbidos en 8 años.
En otro punto, el Popular explica que ha cambiado el míétodo de consolidación de su 12% en Metrovacesa a empresa asociada porque entiende que se está teniendo en cuenta su criterio y ejerce una influencia significativa. El Popular reconoce que los 418 millones invertidos en Colonial tenían a cierre de año un valor razonable de solo 17 millones. La mayor parte del ajuste ha pasado por la cuenta de resultados, si bien el banco admite que hay otros 17 millones netos que tambiíén “deberían haberse registrado en la cuenta de píérdidas y gananciasâ€.
El banco tambiíén admite que en las cuentas anuales consolidadas habría que modificar, “como correción de erratasâ€, varios desgloses. En ganancias por valoración, donde decía 127,8 millones, debía decir -102,7 millones, por ejemplo. El saldo final no varía.