El Eurogrupo no tiene intención de exigir al Gobierno una prórroga del programa de asistencia a la banca una vez que expire el próximo mes de enero, según ha indicado un alto funcionario europeo que ha destacado que "si España no pide una extensión del rescate, nadie del Eurogrupo les va a presionar".
El Gobierno español ha manifestado en varias ocasiones que no tiene intención de pedir la prórroga y ha recordado que la Troika ha confirmado que prácticamente todas las condiciones asociadas a este programa de recapitalización han sido cumplidas.
Tambiíén entre los ministros de Finanzas de la eurozona predomina esa sensación de que los deberes se han hecho correctamente y que no hay necesidad de extender la vigilancia, más allá de los controles obligatorios que se seguirán produciendo a partir del año que viene y que están regulados por la legislación europea.
Según este alto funcionario "España va por el buen camino" y la situación "ha mejorado", como demuestra el apetito renovado de los inversores internacionales por activos españoles. "Mi impresión es que el optimismo está más justificado", ha apuntado antes de recordar que debe seguir haciendo reformas y cumplir con la senda de reducción del díéficit acordada.
El Eurogrupo entiende que el programa de rescate a la banca española no es comparable con los programas aprobados para Irlanda, Portugal y Grecia, que sí llevan asociadas condiciones macroeconómicas. Además España "no ha perdido nunca el acceso a la financiación de los mercados" y la ayuda prestada equivale sólo al 4% del PIB, que a juicio de esta fuente europea "no es algo de lo que se tenga que salir", en respuesta a la pregunta de si se debía de crear un plan específico de salida del rescate.
Para los ministros de Finanzas del euro el problema bancario español "no cayó como un maná del cielo", sino que se debió a los desequilibrios macroeconómicos de España. En este sentido, destaca los avances que ha hecho el Gobierno en el sector bancario, la mejora de los procedimientos de control y supervisión de las entidades financieras, la reforma laboral, la mejora de la competitividad y el equilibrio de la balanza comercial.
