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Autor Tema: Cinco años para acabar con los pitillos de sabores y mentolados  (Leído 151 veces)

Eguzki

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Las restricciones para el tabaco han dado hoy un paso hacia delante en Estrasburgo, aunque menos ambicioso de lo que pretendí­a la Comisión Europea. El Parlamento Europeo ha aprobado con 560 votos a favor, 92 en contra y 32 abstenciones, 105 enmiendas para restringir el acceso de los jóvenes al tabaco que van desde el aumento del tamaño de las advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos hasta la prohibición del tabaco de sabores en un plazo máximo de cinco años. Eurodiputados socialistas y de los Verdes han denunciado las tensiones a las que se ha visto sometida la Eurocámara por parte de lobbies y otros actores como la Mesa del Tabaco.

Los eurodiputados han acordado que las advertencias sanitarias deberán ocupar el 65% de la superficie de las cajetillas, frente al 75%, por el que apostaba el Ejecutivo comunitario. Además, las advertencias deberán estar situadas en la parte de arriba de los paquetes. La nueva regulación prohí­be los cigarrillos de sabores, incluidos los mentolados, que deberán desaparecer del mercado paulatinamente. Las cajetillas no podrán contener menos de 21 cigarrillos y no podrán incluir expresiones como “light”, “natural” o “suave”. Estrasburgo considera que esos tíérminos podrí­an inducir a pensar que unos cigarrillos son menos nocivos que otros. Todo ello con el objetivo de reducir cualquier atractivo que el tabaco pueda tener para los más jóvenes. Pese a la propuesta de la Comisión, el Parlamento declinó prohibir los cigarrillos ultrafinos y que se utilicen colores como el rosa o el violeta en los paquetes, que pueden atraer la atención de las adolescentes.

“No es un avance sólido, pero es un avance” ha señalado Javier Delgado, portavoz de la Alianza para la Sanidad Pública Europea (EHSA), el lobby que agrupa a los defensores de los sistemas públicos de salud. “Hemos decidido ser optimistas para que se acelere el proceso de decisión y el Consejo Europeo de Sanidad apruebe la normativa cuanto antes”, ha confirmado. Se espera que la nueva normativa tenga luz verde antes de Navidad.

La presión del lobby tabacalero ha sido imponente durante todo el proceso, según fuentes consultadas en el Parlamento. Fuentes comunitarias han denunciado las presiones del Comitíé Económico y Social Europeo, por ejemplo: uno de sus ponentes ha llegado a asegurar que el sector tabaquero, “como un actor más en el mercado interior, tambiíén genera trabajos y actividad industrial; salud y consideraciones económicas han de ser ambas consideradas”. El eurodiputado de los Verdes Raí¼l Romeva ha calificado como “muy grave” esas interferencias y ha denunciado las “constantes” visitas de los grupos de presión a los europarlamentarios, con cifras sobre empleo e impacto económico “que en muchos casos eran falsas y se han tenido que desmentir”. Para los Verdes, la propuesta de la Comisión “era buena” y la rebaja en las restricciones “se debe al poder de los lobbies”.

La Mesa del Tabaco ha manifestado su preocupación por el impacto que la nueva normativa pueda tener sobre el empleo. Juan Páramo, su portavoz, ha declarado a EL PAíS que la prohibición a los cigarrillos de sabores “es desproporcionada” y “carece de evidencia cientí­fica”. Además, ha criticado que las restricciones “pueden afectar a la viabilidad de los cultivos de tabaco” y citó un informe de Analistas Financieros Internacionales, según el cual, si se aplicaran todas las restricciones que planteaba la Comisión podrí­an llegar a perderse 10.000 empleos y 1.700 millones de euros en España. Por ello, la Mesa del Tabaco solicita al Gobierno de Mariano Rajoy que presione en el Consejo de Sanidad para que las medidas que se tomen sean “equilibradas, respetando la salud, pero sin perjudicar al empleo”.

En cuanto a la píérdida de empleos, el eurodiputado socialista Andríés Perelló ha asegurado que no se puede demostrar que la directiva vaya a plantearlo. En cambio, “sí­ se ha demostrado cientí­ficamente que 700.000 europeos, de los cuales 55.000 son españoles, pierden el puesto de trabajo junto a la vida cada año” por el tabaco.

El cigarrillo electrónico fue el punto alrededor del cual expertos sanitarios, industria y eurodiputados más coinciden. Desde la Mesa del Tabaco se han mostrado “contentos porque no se restringe su venta”. La Alianza por la Salud Pública Europea preferí­a que no estuvieran regulados “porque eso los harí­a más caros y son una oportunidad para dejar de fumar”. De todas formas, Delgado se ha referido al “gran potencial económico del mercado de los cigarrillos electrónicos” como otra de sus preocupaciones, ya que “publicaciones como The Economist han especulado con que dentro de unos años, el 80% de los fumadores de EE UU podrí­an serlo de cigarrillos electrónicos, y eso es un gran negocio”.