EFE
ROMA.- El Gobierno italiano ha aprobado una modificación de la ley que regula la quiebra y crisis de las grandes empresas para poder salvar a la aerolínea de bandera Alitalia.
El Consejo de Ministros ha aprobado un decreto de ley y un proyecto de ley para modificar la conocida como 'ley Marzano', que prevíé, entre otras cosas, el paso bajo administración especial de las empresas en crisis que operan en el sector de los servicios públicos.
La modificación de la ley Marzano era uno de los presupuestos para poder aplicar el 'plan Fíénix', destinado a sacar de una profunda crisis financiera a Alitalia y que será analizado este viernes por el Consejo de Administración de la aerolínea.
El decreto ley, de cuyos tíérminos aún no ha informado el Gobierno, estipula, según medios locales, que el administrador extraordinario de una compañía en crisis pueda proceder a una venta inmediata de activos aún rentables, fijando un precio de venta "no inferior al de mercado". El comprador de dichos activos será elegido por el administrador extraordinario de la empresa, con el que podrá proceder a una negociación privada.
El 'plan Fíénix', elaborado por el banco Intesa-SanPaolo que ejerce como asesor de la aerolínea en su proceso de privatización, prevíé, según las múltiples filtraciones de prensa, la partición de Alitalia en dos partes.
La primera sería una compañía libre de deudas que reunirá las actividades rentables de la aerolínea y que pasaría a manos del grupo de inversores.
Un grupo de 16 empresarios italianos crearon esta misma semana la Compañía Aíérea Italiana, llamada a crear una nueva aerolínea de bandera mediante la unión de los activos y rutas útiles de Alitalia y de la aerolínea AirOne.
Las segunda mitad de Alitalia, que previsiblemente pasará bajo administración especial, se haría cargo de las deudas y el resto de actividades.
Otros puntos del decreto ley del Gobierno establecen que son el presidente del Gobierno y el ministro de Desarrollo quienes deben admitir el inicio del procedimiento para que una empresa en crisis puedan pasar bajo administración especial.
El decreto ley contemplaría además, "derogaciones" a la normativa antimonopolio para allanar el camino a la prevista integración entre los activos operativos de Alitalia y AirOne, según las mismas fuentes.
Alitalia, que vive una situación financiera crítica, lleva casi dos años buscando un comprador y tras el fracaso de las negociaciones con Air France-KLM, el presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, aseguró que un grupo de empresarios italianos la compraría para evitar que cayera en manos extranjeras.
El nuevo grupo de inversiones italiano tendría listos más de mil millones de euros para hacer frente a su compromiso financiero, según publicó esta semana el diario económico 'Il Sole 24 Ore'.
De ese montante, unos 200 millones los aseguraría el empresario y responsable de Piaggio, Roberto Colaninno, que será el presidente de la Compañía Aíérea Italiana.
Según el diario, esa oferta estaría vinculada a algunas condiciones como la posibilidad de negociar los contratos de trabajo y la garantía no de incurrir en "excesivas limitaciones" antimonopolio.
Entre los accionistas aparecen, además de Colaninno, el presidente del grupo Pirelli, Marco Tronchetti Provera; el dueño de la aerolínea italiana AirOne, Carlo Toto, compañía que tambiíén aportaría activos, además del banco Intesa-SanPaolo, y la familia Benetton a travíés de la gestora de autopistas Atlantia.
El 'plan Fíénix' prevíé además la presencia de un socio extranjero y, aunque medios italianos señalaron en un primer momento a la alemana Lufthansa, esta semana han vuelto a especular con una nueva entrada en escena de Air France-KLM.