Sin primas no hay parque. Así se lo ha comunicado la mayoría de los promotores privados a la Generalitat, entre ellos FCC, Gamesa, Fersa, Comsa y Ros Roca. De esta forma, los planes para impulsar la energía eólica naufragan definitivamente. El consenso entre los inversores privados es que la gestión de la Administración catalana ha sido mala, pero esa no es la razón por la que los promotores abandonan: lo hacen por la rebaja en las primas que ha aplicado el Ministerio de Industria. Las políticas de Josíé Manuel Soria han hundido los planes eólicos de la Generalitat.
Con esta retirada, Cataluña pierde 480 millones de inversión privada que iban a destinarse a las zonas de desarrollo prioritario (ZDP). Ahora, estos molinos nunca moverán sus aspas por la reducción del marco tarifario para las renovables.
Hay otra cuestión pendiente: los avales que depositaron los ganadores y que la Generalitat debería devolver a los inversores para cumplir la condiciones del pliego. En el caso de los grupos que se han retirado, los avales que se deberían retornar superarían los 16 millones de euros.
La Generalitat había organizado sus parques eólicos en un concurso público que dividía Cataluña en ZDP y que se otorgó en 2010. La historia de las ZDP catalanas parece la de los "Diez negritos": una a una han ido cayendo, siendo estas cuatro últimas las que han certificado el derrumbe de unos planes que ya se veía que hacían agua desde hace tiempo.
Sólo quedará una
En la actualidad, sólo una de las ocho ZDP tiene alguna posibilidad de salir adelante: la que impulsan Gas Natural y Alstom Wind en la comarca de Terra Alta (Tarragona), la denominada ZDP VII, que se encuentra en la fase inicial de tramitación.
El desastre es tal que el conseller responsable, Felip Puig (Empresa y Ocupación), ya ha insinuado esta semana en el Parlament que habrá que revisar el Plan de la Energía de la Generalitat. Esta revisión tiene una importancia relativa porque, desde la íépoca de Pujol, la Generalitat ha mostrado la misma diligencia para preparar planes de energía que para incumplirlos de manera sistemática.
Felip puig llega a la reunión del consell executiuGas Natural fue el gran ganador del concurso eólico del 2010, pero de poco le ha servido. Consiguió parques por 456 MW, más de la mitad del total del concurso, pero en la práctica sólo sigue adelante una. La ZDP I (Alt Ampordí ) fue aparcada por la Generalitat excluyíéndola de la Evaluación Estratíégico-Ambiental, justo antes de las últimas elecciones autonómicas, en un intento, inútil por otra parte, de que no se hundieran sus expectativa electorales en Girona. La ZDP II, en la Segarra, que tambiíén había ganado Gas Natural, embarrancó cuando una parte de la misma ya había sido adjudicada a otros promotores –Copcisa y Banco Sabadell– y estos entraron en batalla judicial.
Los privados se retiran
Antes había caído la ZDP IV, que ni siquiera se incluyó en el concurso de 2010 por no estar clara su situación en el Priorat y por la oposición del pujante sector del vino en esa zona. La novedad estriba en que las otras cuatro zonas que no habían acabado en manos de la gasista tambiíén se han caído, al no ver clara su rentabilidad los grupos ganadores por culpa del recorte de primas que ha aplicado Soria. Fuentes de la Conselleria de Empresa y Ocupación han declinado hacer declaraciones.
Fersa y Aventalia (Manuel Jovíé, ex-Fadesa) habían ganado la ZDP III, en Alta Penedí¨s, y la ZDP V, en el Baix Camp, en Tarragona. Gamesa y Comsa-Emte habían conseguido la ZDP VI y Eolia (FCC) había logrado la ZDP VIII en la Anoia. Ahora todos estos promotores, casi todos en píérdidas y muy endeudados, han anunciado a la Generalitat que se retiran, que no desarrollarán los parques previstos, al haber cambiado las condiciones de las primas respecto a 2010, cuando se ganó el concurso.
Cataluña llegó tarde
Cataluña llegó tarde al desarrollo de la energía eólica en comparación con CCAA como Galicia. Pero ahora ya no se trata de llegar tarde, sino de que el tren no saldrá. La Generalitat está a la espera de que se le notifique oficialmente el abandono y estudia quíé hacer. Una alternativa es dárselos a los grupos que quedaron segundos, pero se teme que los perdedores tampoco estíén dispuestos a impulsar parques eólicos con el actual marco legal, según señalan fuentes del sector energíético.
