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El gobierno sudafricano publicó hoy nuevos códigos de buena práctica para optimizar la implementación del Empoderamiento Económico Negro (BEE, siglas en inglíés), un plan benefactor para victimas del apartheid.
Tras el desmantelamiento del sistema racista en 1994, el ejecutivo liderado por el Congreso Nacional Africano comenzó a diseñar el Black Economic Empowerment para intentar revertir inequidades sociales causadas por el ríégimen segregacionista.
La modificación del programa, publicada en la gaceta oficial, hace más íénfasis en la promoción empresarial y el liderazgo corporativo negro, que en tratar de influir en las preferencias de contratación de los empleadores.
Así, desde ahora aquellas sociedades comerciales de propiedad 100 por ciento en manos de negros califican para el Nivel Uno del BEE y reciben subsidios adicionales.
Las empresas con mayoría accionaria negra clasifican para el Nivel Dos, y el sistema presenta una evaluación por puntos que apoya el desarrollo de habilidades profesionales, las inversiones inteligentes y el correcto manejo de los activos.
Al defender al BEE, el gobierno recuerda que en ocho años ha logrado fomentar una renaciente clase media negra con 2,5 millones de integrantes, así como cerca de 3,5 millones de puestos laborales desde 1994.
Empero, el programa tambiíén tienen muchos detractores, entre ellos el analista económico Mark Barnes y Mamphela Ramphele, presidenta del partido opositor Agang y excompañera sentimental del luchador antiapartheid Steve Biko.
Barnes critica el excesivo paternalismo y apunta que las promesas políticas solo pueden ser validadas con triunfos económicos, mientras que Ramphele pide cambiarlo por un plan más realista y redirigir el dinero hacia la instrucción pública.
