Por… Luis Ramírez
El sesgo de disponibilidad nos sirve para establecer la probabilidad que un evento ocurra. Sin embargo, en este proceso existe una tendencia a valorar las probabilidades otorgando un mayor peso a eventos de reciente ocurrencia, y cuyo impacto se puede considerar fue significativo. Es un sesgo o desviación que lleva a distorsionar las conclusiones, a hacer juicios inexactos, o derivar en interpretaciones ilógicas o irracionales.
El ejemplo clásico de cómo funciona este sesgo lo tenemos en el juego de la lotería. La publicidad de este tipo de actividades solamente resalta a los ganadores, y omite a los miles de personas que jugaron y perdieron. Debido a ello nuestra mente se centra en la experiencia positiva y asumimos que tenemos una buena probabilidad de ganar pues descartamos a los perdedores, que irónicamente son la mayoría.
Este sesgo de disponibilidad, que afecta muchos aspectos de nuestra vida, tambiíén afecta nuestras decisiones de inversión, y pienso que es parte de la explicación de los bajos montos negociados en el mercado, pues explicaría la resistencia de algunos inversionistas a regresar al mercado. A lo mejor, ustedes mismos pueden dar fe de esta actitud, pero si no están del todo convencidos, cualquier trader local se los puede confirmar. A continuación les explico por quíé.
No importa si sabemos que los precios en Bolsa ya tocaron fondo, que a pesar de menores tasas de crecimiento observados, los fundamentos económicos locales todavía siguen siendo buenos, que muchos papeles negocian con descuentos importantes respecto a sus valores fundamentales. En fin, cualquier argumento que se ensaye, y cuya conclusión natural apuntaría a un crecimiento de los precios dentro de un horizonte de mediano/largo plazo, no será suficiente. Lo que la mayoría de los inversionistas tendrá en la mente es la alta volatilidad y la fuerte caída que se observó en los precios de mercado en los últimos meses. Debido a ello serán reacios a tomar posiciones en acciones, pues basado en un evento reciente y de fuerte impacto en sus portafolios, seguramente asignan una mayor probabilidad a perder dinero que a ganar dinero invirtiendo en Bolsa (sesgo de disponibilidad). Entonces prefieren alternativas aparentemente más seguras, aunque con rendimientos bastante bajos, y que no necesariamente son la mejor opción.
Otro ejemplo podríamos encontrarlo en aquellas personas que no han tenido una buena experiencia en Bolsa, tal vez porque invirtieron en un mal momento o estuvieron mal asesorados. Esa experiencia ha dejado tal huella en ellos, que no importa si ahora tienen la oportunidad de invertir bajo asesoría profesional, algo que debieron hacer desde el principio. En su mente la experiencia negativa tendrá un peso significativo y se resistirán a volver a invertir en mercados financieros.
Suerte en sus inversiones…