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Autor Tema: Botí­n, FG y Goiri bendicen la renovación de la deuda de FCC por 5.000 millones  (Leído 147 veces)

Eguzki

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FCC saldrá adelante pese a tener una situación financiera que habrí­a obligado a cualquier empresa a flirtear con el concurso de acreedores. Banco Santander, BBVA y Bankia, los tres principales acreedores del grupo controlado por Esther Koplowitz, que a su vez adeuda 1.100 millones al banco dirigido por Francisco González, han dado el visto bueno a alargar entre tres y cinco años el pago de sus 6.650 millones de pasivo.

Fuentes financieras han confirmado que estas tres entidades financieras, más Popular, Sabadell y CaixaBank (el conocido como G6) ya han aprobado la reestructuración de la deuda de FCC. Gracias a este respaldo, la compañí­a de construcción y servicios ha preparado ya el term sheet o folleto en el que se especifican las condiciones de la refinanciación para que se adhieran el resto de acreedores. Una firma que se espera que llegue en noviembre, ya que los nuevos tíérminos de pago deben ser aprobados por los respectivos comitíés de riesgo.

Banco Santander, BBVA y Bankia tienen en sus balances el 70% de los príéstamos de FCC, lo que sumados a las posiciones de los otros tres grupos financieros españoles ascienden a cerca del 80% del total. Un porcentaje que tiene mucho significado, puesto que, gracias a la sentencia del caso Celsa, la compañí­a podrí­a recurrir a la ví­a judicial en el caso de que el resto de bancos, sobre todo los extranjeros, se opusieran a extender la amortización de la deuda. Con el 75% del apoyo le es suficiente.

La cuestión es relevante porque varios bancos internacionales, sobre todo Barclays, BNP Paribas y The Royal Bank of Scotland, se han mostrado muy reticentes al plan de negocio de FCC. Aunque hay mucha confianza en la gestión de Juan Bíéjar, nombrado consejero delegado a principios de año, lo cierto es que hay negocios que preocupan a los acreedores, especialmente la actividad de reciclaje y vertederos en Reino Unido.

FCC compró en 2006 Waste Recycling Group por más de 2.200 millones, 500 de los cuales vencen antes del 31 de diciembre. Los bancos que le concedieron este príéstamo sindicado han contratado a Pricewaterhouse para negociar con la compañí­a, cuya división ha registrado una caí­da significativa de los ingresos por un cambio normativo. “No queremos que pase como con Alpine”, afirma un alto directivo de una entidad internacional, en referencia a la filial constructora de Europa del Este que quebró el pasado mes de mayo.

Un auxilio muy especial

El favor que Emilio Botí­n, Francisco González y Josíé Ignacio Goirigolzarri le van a hacer a FCC responde al único objetivo de evitar quedarse con las acciones de una compañí­a constructora. Ejecutar las garantí­as es lo último que quieren los bancos, ya que las provisiones para cubrir la posición fallida serí­an más abultadas que las de refinanciar. Pero en el caso del grupo controlado por la familia Koplowitz el trato ha sido tan especial que en el primer trimestre del año le concedieron liquidez por 500 millones de euros, al tiempo que le permitieron no hacer frente a un críédito vencido de 625 millones. Un año antes, el propio BBVA y Bankia tambiíén miraron para otro lado cuando refinanciaron la deuda personal de Esther Koplowitz, pese a que tení­a un agujero patrimonial de 500 millones.

Un apoyo que, no obstante, no ahuyenta el fantasma de la ampliación de capital. FCC quiere alargar el pago de su deuda sin necesidad de recurrir a incrementar su base de capital, que en el primer semestre del año se desplomó un 50% al caer su patrimonio neto hasta los 566,7 millones. Pero varios bancos extranjeros quieren que el grupo eleve sus fondos propios, ya sea mediante una emisión de bonos convertibles o con la emisión de acciones nuevas.

La  espectacular subida en bolsa de FCC, que desde el 1 de julio ha duplicado su capitalización hasta los 1.800 millones, facilitarí­a este requerimiento de los acreedores, a lo que FCC se opone porque ya tiene en el mercado unos bonos convertibles que vencen dentro de un año. El problema es que el precio de ejercicio es de casi 40 euros, frente a los 14 a los que cotiza ahora la multinacional, por lo que tendrán tambiíén que refinanciarse a más largo plazo.

En marzo, FCC presentó su nuevo Plan Estratíégico para los próximos tres años, enfocado a incrementar la generación de caja con el objetivo de alcanzar un ebitda de 1.200 millones y reducir el endeudamiento financiero neto hasta 5.200 millones de euros. Para ello, el Grupo FCC se centrará en los negocios y geografí­as más rentables, con ajustes de capacidad y reducción de costes para adaptarlos a las condiciones del mercado actual, junto con la desinversión de activos no estratíégicos por 2.200 millones. Hasta junio, la compañí­a ya habí­a conseguido desprenderse de negocios no estratíégicos por cerca de 300 millones.