Con la última operación aún caliente, puesto que el Tesoro Público consiguió 4.000 millones de euros mediante una colocación sindicada el pasado miíércoles, el organismo emisor se las verá de nuevo con los inversores esta semana. Y en dos ocasiones, puesto que tiene una doble cita con el mercado.
Comenzá con deuda a corto plazo, puesto que mañana subastará letras a 6 y 12 meses. En septiembre, el Tesoro adjudicó las primeras con una rentabilidad media del 0,911% y las segundas, con un interíés medio del 1,367%. La favorable evolución que ha registrado la deuda española en el último mes podría propiciar un descenso de los intereses en octubre. En ese caso, la distancia con respecto a octubre de 2012 sería todavía más llamativa. Hace un año, el organismo emisor subastó las letras a 6 meses al 2,02% y las letras a un año, al 2,82%.
Dos días despuíés será el turno de la deuda a medio plazo. En concreto, lanzará títulos con vencimiento en julio de 2016 y octubre de 2018. Esta vez, el Tesoro podría afrontar unos costes de financiación inferiores que en los últimos precedentes. A mediados de septiembre colocó los títulos a tres años con una rentabilidad media del 2,22%. Actualmente, estos títulos se encuentran en el mercado secundario -en el que cotizan los títulos tras haber sido emitidos- en el 2,15%. En cuanto a los bonos a cinco años, a comienzos del mes pasado se emitieron al 3,477%, cuando su rendimiento actual en el secundario se limita al 3,16%.
Todo indica, además, que de aquí a final de año el Tesoro encarará las subastas de bonos y obligaciones con la pretensión de sujetar los costes de financiación. Más que nada, porque ya tiene sus objetivos anuales prácticamente cubiertos. Para el conjunto de 2013, el Tesoro se había propuesto captar 121.300 millones mediante las colocaciones de deuda a medio y largo plazo. Con más de dos meses por delante, ya ha logrado 109.250 millones, o lo que es lo mismo, el 90% del total. Por tanto, tienen margen para centrarse más en la calidad -reducir los costes- que en la cantidad -emitir mucho-.
Intentará poner así la guinda a un año que está siendo más tranquilo de lo esperado. Así lo demuestra la evolución de los rendimientos, es decir, de lo que le cuesta a España financiarse en los mercados. Actualmente, el interíés de los bonos a tres años en el mercado secundario se encuentra en el 2,16%, cuando terminó 2012 en el 3,41%. Y lo mismo ocurre con las obligaciones a 10 años, que han pasado del 5,26 al 4,29%.