Citigroup cerró el tercer trimestre con un beneficio neto de 3.230 millones de dólares. Ganó siete veces más si se toma como referencia el mismo periodo de 2012. El conglomerado financiero elevó un 30% los ingresos, a 17.880 millones. Esta mejora en el rendimiento se debe principalmente a que reduce el tamaño de Citi Holdings, hacia donde dirigió los activos basura.
Hace cinco años, Citigroup tuvo que tender la mano para recibir la asistencia del Tesoro de EE UU. Fue, junto a Bank of America y American International Group, una de las principales beneficiarias del fondo de rescate bancario, conocido como TARP. El salto dato por la entidad es destacado. Pero Wall Street esperaba mejores resultados para el tercer trimestre.
Michael Corbat, su consejero delegado, considera que el banco rindió “relativamente bien†teniendo en cuenta las dificultades por las que atraviesa la economía en general. “Hay mucho factores que influyen en los resultados que se escapan de nuestro controlâ€, indica el ejecutivo. Tambiíén señala que Citi Holdings, su banco malo, redujo su peso en el balance al 6%.
Si se excluyen partidas extraordinarias y otros ajustes contables, el beneficio de Citigroup es muy similar al de hace un año. Algo similar pasa tambiíén del lado de los ingresos, que en este caso bajan un 5%. En el tercer trimestre de 2012, tuvo que incluir cargas por la venta de su participación en Smith Barney a Morgan Stanley, por la que ingresó menos de lo que esperaba.
Los resultados de Citigroup siguen a los de su rival JP Morgan Chase, que anunció píérdidas de 380 millones por los 9.150 millones que provisionó para hacer frente a litigios. Sin esas cargas, habría mantenido las ganancias en cerca de 9.800 millones. Del lado de los ingresos, el mayor banco de EE UU los redujo un 8%, a 23.900 millones. Mañana es el turno de Bank of America.