Por... Nestor Marin
Contrarrestar el modelo capitalista utilitario y pasar a una organización económica más colectiva y asociativa es uno de los objetivos de la economía popular y solidaria que promueve el gobierno de Ecuador.
Como prueba de ese interíés primordial del Ejecutivo, encabezado por el presidente Rafael Correa, está la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, que entró en funciones en junio de 2012.
Según explicó a Prensa Latina el superintendente Hugo Jácome, esa entidad es parte de todas las reformas en Ecuador desde la llegada al poder de la Revolución Ciudadana en 2006.
Entre los nuevos poderes creados por la Constitución aprobada en 2009 está la función de transferencia y control de las diferentes actividades económicas del país, apuntó el funcionario.
Jácome agregó que la economía popular y solidaria se fundamenta en relaciones económicas en la que las personas se unen bajo criterios de reciprocidad, solidaridad y cooperación.
Aclaró que ese sector no sólo lo integran las cooperativas, sino tambiíén asociaciones, organizaciones comunales y unidades económicas populares.
De acuerdo con el superintendente, uno de los logros fundamentales de la institución creada hace poco más de un año es tener ya registradas todas las agrupaciones que forman el sector.
Ahora tenemos claridad sobre la cantidad de organizaciones, su ubicación geográfica, el número de socios, y eso nos permite tener un mejor criterio a la hora de tomar decisiones, afirmó.
La Superintendencia tiene registradas hasta la fecha más de seis mil organizaciones dedicadas a la economía popular y solidaria, de las cuales el 85,3 por ciento corresponde al segmento no financiero y el 14,7 por ciento restante al financiero.
En la actualidad es el tercer sector económico del país y emplea a alrededor de nueve millones de personas.