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Autor Tema: El chequeo del BCE será distinto para cada banco de la zona euro  (Leído 341 veces)

Eguzki

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"Nos gustarí­a informarle que su entidad ha sido incluida en este ejercicio [de evaluación de riesgos]”. El mensaje, firmado por Victor Constáncio, vicepresidente del BCE, y por Yves Mersch, el miembro del comitíé ejecutivo del Banco encargado del examen, llegó ayer a las ocho de la mañana al despacho de los consejeros delegados de los 128 mayores bancos de la zona euro, incluidos los de 16 entidades españolas.

Aunque la metodologí­a será común, el plan remitido por el BCE y hecho público dos horas despuíés señala que la aplicación se ajustará a cada entidad “para evaluar su perfil de riesgo intrí­nseco”. La evaluación escrutará todos los riesgos del balance, incluida la liquidez, el apalancamiento y la financiación. Y aunque para el escrutinio se hará un muestreo de los activos, la selección incluirá todo tipo de activos, tanto críéditos como tambiíén deuda soberana o instrumentos financieros.

La selección se hará en función de cada entidad, lo que abre una ví­a de discrecionalidad que el sector teme que puedan aprovechar algunos paí­ses para camuflar los puntos díébiles de sus entidades, sobre todo, porque el muestreo lo harán los supervisores nacionales. El BCE, sin embargo, advirtió ayer que se reserva la última palabra sobre esa selección. “Hace falta que algún banco suspenda para mostrar la credibilidad (de la evaluación). No hay duda sobre eso”, dijo ayer Mario Draghi a Bloomberg TV.

En el caso de entidades con presencia en varios paises, el análisis se hará sobre la actividad de todo el grupo, de forma consolidada. Es decir, que para bancos como los dos grandes españoles, Santander y BBVA, se estudiará la calidad de sus activos no solo en el mercado nacional sino tambiíén en el resto de Europa e, incluso, en paí­ses terceros, como EE UU o Latinoamíérica.

Tras el examen, el BCE no se limitará a publicar una nota con las necesidades de capital, fijadas en un umbral mí­nimo del 8%, sino todo un recetario con las medidas que deberá emprender la entidad que no supere la prueba (desde segregación de activos a reducción de apalancamiento, por ejemplo), con un plazo para cumplirlo.

La publicación de esta metodologí­a supone por tanto la puesta en marcha de un chequeo sin precedentes de la banca europea, tanto por su alcance (atañe al 85% de los activos del sector) como por su nivel de detalle.

El ejercicio pretende marcar un antes y un despuíés en la credibilidad del sector. Y para empezar a prepararlo, Constáncio y Mersch aprovechan su carta de presentación, de una sola página, para convocar a una reunión en Francfort a más de un centenar de ejecutivos de la talla de Botí­n, González o Goirigolzarri, una cumbre financiera que se celebrará en las próximas semanas y de la que tampoco se recuerdan precedentes.

Dos horas despuíés de enviar ese mensaje, el director general de Estabilidad Financiera del BCE, Ignacio Angeloni, explicaba en rueda de prensa en la sede del Banco la metodologí­a del chequeo y el procedimiento que se seguirá. El ejercicio, dijo, comenzará en noviembre y debe concluir, como muy tarde, en octubre de 2014, antes de que el BCE asuma las funciones de supervisión de la zona euro.

El sector teme que esos plazos tan largos generen incertidumbre entre los inversores, efecto que ya se notó ayer mismo, con un castigo bursátil a entidades italianas y españolas. Angeloni se desentendió de ese problema con ironí­a: “Nos gustarí­a publicar los resultados antes de hacer el chequeo, pero no es posible”, ironizó el italiano, mano derecha del presidente Mario Draghi para asuntos de estabilidad financiera. Angeloni reivindicó, en cambio, la credibilidad de las pruebas, que a su juicio serán más robustas que las llevadas a cabo en 2009 y 2011 por la Autoridad Bancaria Europea (ABE), que no lograron despejar las dudas sobre la salud del sector.

Alemania será el paí­s donde un mayor números de bancos, 24 en total, se someterá a esa evaluación de riesgos. Entre ellos, Deutsche Bank o Commerzbank y los bancos regionales o landesbanken, entidades de tamaño mediano que superan el listón de 30.000 millones de euros de activos que obliga a someterse al escrutinio del BCE. Sin embargo, por debajo de ese lí­mite, y fuera por tanto del examen, quedan las pequeñas cajas de ahorros alemanas, las denominadas sparkassen, un total de 423 pequeñas entidades que nunca se han sometido al escrutinio de la ABE y que ahora tampoco se retratarán ante el BCE, de acuerdo con la lista, aunque no definitiva, publicada ayer por la institución.

Los inversores prevíén que las mayores sorpresas negativas surjan precisamente entre la banca alemana e italiana. La banca española, que aún debe sacudirse de forma oficial el estigma del rescate, tambiíén está en el foco, como demostró la caí­da en Bolsa de ayer. Según prevíén en el propio sector, la lupa del BCE se pondrá ahora en hipotecas, críédito a pymes y en refinanciaciones, el segmento de críédito en el que podrí­a aflorar nueva morosidad.

La banca española confí­a en superar la nueva prueba sin apuros pero teme que el ejercicio de transparencia no se realice en igualdad de condiciones para el conjunto de la banca europea y deje en desventaja a la española. “No vamos a poner en duda el análisis que haga el supervisor de los activos que considere de mayor riesgo, aunque el criterio debe ser homogíéneo”, señalan en un banco español. Pero el BCE no detalló ayer cuál debe ser el criterio para contabilizar los activos ponderados por riesgo y dejó entrever que no habrá cambios en ese sentido y que no interferirá en un terreno que ahora es materia de los reguladores nacionales, con notables diferencias entre paí­ses. De momento, la ABE solo ha armonizado la definición de críédito moroso y refinanciado, punto de partida obligado para una comparativa fiable.

Draghi exige a Almunia "que aplique lo que ha escrito"
El Banco Central Europeo reconoce que el chequeo de la banca no logrará convencer a los mercados si no se preparan por adelantado los fondos públicos necesarios para cubrir las necesidades de capital que surjan y que no puedan cubrirse con capial privado. “En 2009, [cuando EE UU hizo un ejercicio de limpieza similar], la Reserva Federal puso muchí­simo íénfasis en la existencia de un cortafuegos y esa información fue clave para el íéxito de la operación”, recordó ayer en Francfort el director general de Estabilidad Financiera del BCE, Ignazio Angeloni, tras dar el pistoletazo de salida al chequeo de la banca europea. Angeloni aseguró que los ministros de Economí­a y Finanzas de la UE son conscientes de que deben preparar esos fondos públicos, aunque tambiíén admitió que todaví­a no hay acuerdo ni sobre su configuración ni sobre el momento en que deberí­an intervenir.

El comisario europeo de Competencia, Joaquí­n Almunia, defiende que la entrada de capital público solo debe producirse despuíés de que accionistas, acreedores y preferentistas hayan absorbido parte de las píérdidas. El BCE, en cambio, reclama que se exima de las píérdidas a la deuda subordinada (preferentes) cuando un banco solo necesite ayuda para cumplir el baremo del test de estríés y no para garantizar su viabilidad.

Angeloni aseguró ayer que las directrices de ayudas de estado de la CE que entraron en vigor el pasado 1 de agosto permiten esa salvedad. “Las escribieron ellos [en el departamento de Almunia] así­ que lo único que tienen que hacer es aplicarlas”, señaló tajante el ejecutivo italiano.

Angeloni recordó que el artí­culo 45 de esas directrices “no menciona que se aplique caso por caso, sino que se refiere a riesgos potenciales, lo cual es muy importante”. El BCE cree que la imposición de píérdidas a preferentistas de manera generalizada serí­a uno de esos riesgos, al poner en peligro la estabilidad financiera. Varios paí­ses, incluida España, se decantan ya por esa interpretación, según fuentes diplomáticas.
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