Reuters
El mercado de fichajes (y por ende, el fútbol europeo y mundial) estuvo a punto de dar un vuelco significativo el pasado verano. Y es que durante el mercado estival de 2013 Leo Messi llegó a recibir varias ofertas más que importantes que pudieron vestirlo con la camiseta de tres equipos distintos al FC Barcelona.
Uno de los clubes interesados en ficharlo fue el Bayern de Múnich. Los bávaros pudieron llegar a poner la cláusula de rescisión del argentino gracias a la inestimable ayuda de la marca deportiva Adidas, uno de sus patrocinadores y accionista activo de la entidad, amíén de esponsor oficial de Leo Messi.
La semana pasada el diario Mundo Deportivo desveló como a la puerta del argentino llamaron varios de los equipos más potentes de Europa. El rotativo catalán citó al director del área de fútbol, Raúl Sahellí¬ (clave en el fichaje de Neymar) como una de las fuentes blaugrana que tuvo conocimiento de estos intentos por fichar a su estrella.
Estos clubes querían aprovechar el malestar de Messi con algunos acontecimientos extradeportivos para tentarle con la idea de dejar el club. Asuntos como sus líos con Hacienda, la llegada de Neymar al Camp Nou o el apoyo de Sandro Rosell, presidente del club, a Javier Tebas, presidente de la LFP no gustaron demasiado a Leo.
En este último punto resulta curioso saber que las fricciones vienen de 2005, cuando Tebas, asesor jurídico entonces del Alavíés, recurrió la presencia del entonces joven canterano alegando que su ficha era ilegal.
Mundo Deportivo ya citaba en aquella información la presencia de un club patrocinado por Adidas que quería fichar a Leo poniendo sobre la mesa la totalidad de su cláusula, es decir, 250 millones de euros.
Pues bien, esta madrugada Punto Pelota ha terminado de desvelar el resto de la oferta. Según el programa que dirige Josep Pedrerol, Adidas fue el motor de esta idea.
La marca alemana que viste al Bayern y a Messi (segunda máxima accionista del club con 9'4% del club -el primer accionista son los socios-) ofreció a sus dirigentes concederles una suerte de 'críédito' de 125 millones de euros para llevar a cabo la operación. Los otros 125 millones debían correr de parte de las arcas del Bayern de Múnich. Ambas sumas darían como resultado los 250 millones de euros que vale la cláusula del crack.
Además, sobre la mesa le ofrecían un jugoso salario que superaba su actual sueldo. Messi pasaría a cobrar 20 millones de euros limpios por temporada, más el 100% de sus derechos de imagen individuales. Los colectivos (aquellos en los que participan todos los jugadores del Bayern) serían propiedad de la entidad bávara.
Aunque la operación pudiera parecer una locura, desde Adidas se veía como una inversión de futuro que, por impacto comercial en la marca, le permitiría recuperar con cierta 'facilidad' y a un puñados de años vista, el dinero que le prestarían al Bayern.
El Bayern, por su parte, ganaría la presencia del mejor jugador del mundo en sus filas y el propio Messi, un mega contrato con el que reconducir la carrera en un equipo, el Bayern, aspirante a todas las competiciones que juega.
Adidas y el propio Bayern creían que la presencia de Guardiola podría ser importante a la hora de convencer a Messi para dar un paso al frente y aterrizar en el Allianz Arena.
Sin embargo, todos pincharon en hueso cuando, en los primeros contactos, Messi dijo que no quería irse a ningún club. 'La Pulga' les manifestó su total felicidad en el Barí§a aunque estuviera en desacuerdo con algunos puntos de los últimos acontecimientos recientes.