La reestructuración puesta en marcha por Telefónica en el verano del 2012, con la aprobación de una agresiva estrategia de venta de activos ha tenido una repercusión global. Y es que los mercados de telecomunicaciones de 13 países, desde Europa a Latinoamíérica pasando por China, se han visto afectados por las decisiones de la operadora.
El último movimiento ha sido la venta del 65,9% de su filial Telefónica Czech Republic, por cerca de 2.467 millones de euros. La desinversión va a afectar a los mercados checo y eslovaco, donde la operadora española tiene en su conjunto más de 9,3 millones de clientes.
Además, Telefónica está en proceso de compra de E-Plus, filial alemana de KPN, en una operación valorada en 8.500 millones de euros. La compra tiene un gran impacto en Alemania, mayor mercado europeo, porque supondría la fusión del tercer y el cuarto operador de móviles del país.
En una línea similar, la compañía española está tambiíén en proceso de venta de su filial irlandesa O2 Ireland a Hutchison Whampoa por 850 millones de euros. El movimiento es similar al de Alemania porque supondrá la fusión de dos operadores nacionales de telefonía móvil.
Los movimientos de Telefónica llegaron tambiíén a Reino Unido, donde la teleco española vendió a principios de este año su filial de banda ancha fija a Sky.
Otra de las agitaciones provocadas por la política de la operadora en Europa es la que ha tenido lugar en Italia. En septiembre, Telefónica acordó con sus socios la ampliación de los derechos de voto en Telco, holding que controla el 22,4% del capital de Telecom Italia.
El movimiento en Telecom Italia tiene dos colaterales de relevancia en Argentina y Brasil, donde la compañía controla dos grupos de relevancia que a su vez compiten con las filiales de Telefónica en estos países. En el mercado se mantienen las apuestas para la venta de alguna de estas participadas, o incluso ambas.
Los inversores, en cualquier caso, están muy atentos ante el plan estratíégico que Telecom Italia va a presentar este jueves y en el que podría incluirse alguna de estas opciones.
El proceso de desinversiones llevado a cabo por Telefónica tambiíén ha impactado en cuatro países de Centroamíérica: Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá. Y es que la compañía acordó la venta del 40% de sus activos en la zona al grupo guatemalteco Corporación Multi Inversiones (CMI) por cerca de 500 millones de dólares (cerca de 371 millones de euros).
La carrera de venta de activos se extendió a China, donde la empresa, en el verano de 2012, vendió el 4,56% del capital de China Unicom, segunda operadora del gigante asiático, por cerca de 1.100 millones de euros. Telefónica todavía mantiene un 5% del capital de su socio asiático.