La agencia de calificación Standard & Poor's ha recortado esta madrugada el rating soberano de Francia, al pasarlo de AA+ hasta AA. La agencia tambiíén ha modificado la perspectiva de la calificación, que pasa de estable a negativa.
En su comunicado, la firma señala que las reformas fiscales y de los mercados de productos y laboral "no mejorarán sustancialmente las perspectivas de crecimiento a medio plazo". Añade S&P que "el elevado desempleo está debilitando el apoyo para nuevas medidas fiscales y estructurales". La firma concluye que el díébil crecimiento está condicionando la capacidad del Ejecutivo para equilibrar las cuentas públicas.
Con este cambio, Francia pierde la segunda máxima calificación financiera según S&P (la mejor es AAA y despuíés AA+), aunque la conserva para Fitch y Moody's, de momento. Su deuda a 10 años, en todo caso, paga un tipo de interíés en el entorno del 2,1% levemente superior al que el mercado exige a otros países como Holanda o Austria, con triple A. El diferencial con Alemania es de unos 50 puntos básicos.
La perspectiva estable de S&P supone que la calificación de Francia podría bajar o subir en los próximos meses, aunque la probabilidad es baja. La firma ha especificado que podría subir de nuevo el rating si la deuda pública baja del umbral del 80% del PIB.