Por... STAN LEHMAN
La empresa de construcción de buques de Eike Batista, quien fuera considerado el hombre más rico de Brasil, anunció que pedirá protección gubernamental por bancarrota en una corte de Río de Janeiro.
OSX Brasil S.A anunció en su página de internet que su consejo de administración acordó el viernes presentar la petición de protección gubernamental por bancarrota y que una reunión especial de accionistas tendrá lugar el 28 de noviembre para ratificar la decisión.
Hace 10 días, la empresa petrolera OGX de Batista se declaró en bancarrota al no llegar a un acuerdo para retrasar el pago a los tenedores de bonos por 3.600 millones de dólares.
Según la vocera de OSX, Vanessa Guerra, la empresa de astilleros debe el equivalente de 2.300 millones de dólares al estado y bancos privados, así como a sus proveedores.
Si la corte acepta la petición de OSX, la empresa dispondrá de 60 días para presentar un plan de reestructuración. Los acreedores dispondrán a su vez de 180 días para decidir si aceptan esos planes.
Para Adriano Pires, uno de los más importantes analistas brasileños en el campo de la energía, las solicitudes de protección por bancarrotas de OGX y OSX dañan la imagen de Brasil en el extranjero "cuando el país necesita atraer inversiones a su industria petrolera así como a proyectos de infraestructura como carreteras, aeropuertos, puertos y ferrocarriles".
Agregó que para los inversionistas extranjeros, las declaraciones de OSX and OGX aumentan su "incertidumbre y sus temores a los crecientes riesgos emparejados con invertir en el país".
La analista Cassia Pontes, especializada en petróleo con la firma Lopes Filho e Associados, dijo que OSX se encuentra en "una situación muy preocupante porque fue creada para suministrar buques cisterna y plataformas de prospecciones al negocio petrolero de Batista".
"Este era el plan empresarial de la compañía y comenzó a desmoronarse al saberse que la producción de crudo de OGX no había alcanzado las cuantías pronosticadas", agregó la analista, indicando que OSX dependía de la empresa petrolera de Bautista "para casi la totalidad de sus ingresos, si no es que todos. Son como siameses".
OGX era la espina dorsal del imperio de Batista, que incluye siderúrgicas, minería, energía, infraestructuras y compañías de bienes raíces.
OGX incumplió sus promesas de extraer grandes cantidades de crudo bajo las aguas de la plataforma continental pese a que dijo haber realizado muchos hallazgos desde el 2010, cuando su capitalización de mercado llegó a los 34.000 millones de dólares. En el primer semestre, la producción media de la empresa fue de apenas 8.500 barriles diarios y acumuló más de 2.500 millones de dólares en píérdidas.