De momento, la pendiente de caída de la bolsa no es pronunciada, pero corre el riesgo de acelerarse en cualquier momento, lo que daría lugar a que las ventas presionaran con fuerza.
Aunque el viernes día 8 los mínimos de la jornada estuvieron por debajo de los 9.700 puntos, el Ibex se salvó al cierre de perder esta cota. Los mínimos del lunes y martes se apoyaron en este nivel, pero lo que parecía un intento de rebote quedó en un quiero y no puedo. Parecía claro que la fase correctora estaba en marcha, pero no tuvimos confirmación de ello hasta la jornada del miíércoles, con un mínimo de sesión en 9.615 puntos. Carece de importancia el hecho de que al cierre la píérdida se redujese a un 0,33%, ya que, tíécnicamente, la fase correctora está en marcha y se puede trazar una incipiente directriz bajista. De momento la pendiente de caída no es pronunciada, pero corre el riesgo de acelerarse en cualquier momento, lo que daría lugar a que las ventas presionaran con fuerza. Movimiento tíécnico La directriz alcista que se puso en marcha a finales de junio se encuentra en la cota de los 9.400 puntos y en tanto que la curva de precios no pierda este nivel, la tendencia básica hay que seguir definiíéndola como alcista. La situación actual de la bolsa española puede definirse como una corrección tíécnica dentro de una fase alcista. Los inversores que han entrado cuando el índice caminaba entre 9.800 y 10.000 puntos y aquellos otros que no disponen de un colchón de beneficios suficiente para aguantar una corrección, están viendo como los intentos de repunte no prosperan y los números rojos ya acompañan a su inversión. La gran duda que se plantea ahora, como decimos en el titular, es si conviene aguantar el tipo o hacer caja con lo que se gana y con lo que no, y disponer de una buena liquidez para entrar más abajo. ¿Cuánto más abajo? En teoría, la fase correctora debería detenerse entre los 9.500 y los 9.470 puntos, cerrando el hueco dejado en este nivel, o bien terminar buscando apoyo en los 9.400 puntos. De momento, una caída hasta este nivel sería el riesgo máximo lógico. Suponiendo que la bolsa quiera ceñirse a modelos preestablecidos, cosa que no siempre ocurre. Los grandes valores están sufriendo una recogida de beneficios. BBVA ha perdido la cota de los 8,5 euros y parece que se encamina hacia los próximos soportes situados en 8,20 y 8,10 euros. Santander ha perdido al cierre los 6,40 puntos y si bien podría detenerse en 6,30 euros, corre el riesgo de bajar a la zona comprendida entre 6,20 y 6 euros. Telefónica ha quedado tocada tras perder los 12,5 euros y es probable que antes de recuperar esta cota baje a buscar apoyo entre 12 y 11,80 euros. Repsol ha sufrido un severo recorte y, sin descartar que pueda bajar algo más, ha quedado tocado y habría que aplazar compras. Iberdrola, que completa el quinteto de los cinco grandes, es el valor que mejor aguanta, pero está en el techo de un canal alcista con problemas frente a los 4,70 euros. Y cuando no se pude subir, lo fácil es corregir para tomar fuerzas. Estamos en un momento que no se puede calificar como peligroso, pero si lo suficientemente delicado como para tomar precauciones y no poner demasiada carne en el asador. Sería una buena estrategia recoger beneficios de los valores que más han subido y guardar como un tesoro esa liquidez, 'por si las moscas'.