En estos últimos días hemos conocido el PIB del tercer trimestre de los miembros de la zona euro, y de la zona euro en su conjunto. Las conclusiones son evidentes: La recuperación económica es inexistente, o muy limitada.
En este escenario los analistas siguen siendo muy prudentes, sino directamente negativos con los miembros de la zona euro: Emily Nicol, analista de Daiwa, afirma que "probablemente la periferia seguirá siendo un lastre para el crecimiento agregado en los próximos trimestres. Es de esperar que el ritmo de recuperación en la zona euro en su conjunto se mantenga en el corto plazo, no se acelere."
Howard Archer, economista jefe para Europa de IHS Global Insight, señala "la demanda interna en Europa se mantendrá restringida debido a las políticas fiscales, el alto desempleo, el bajo crecimiento de los salarios y las pobres condiciones de críédito. Europa sigue siendo vulnerable a los contratiempos externos o internos. El crecimiento será limitado durante algún tiempo".
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