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Diversas suspicacias levantan entre empresarios y exfuncionarios gubernamentales el anuncio del Banco Central de Honduras de la emisión de billetes en braille para la facilidad de los discapacitados visuales.
A simple vista la medida parece inclusiva, pero los 315 millones de billetes impresos por un valor nominal de 24 mil millones de lempiras (un dólar equivalente a 20,53) generó críticas en varios sectores de la nación de ocho millones de habitantes.
El exjefe del Banco Central de Honduras (BCH) Edwin Araque dijo que se trata de "cubrir el gasto público que ha sido desmedido a travíés de una emisión inorgánica de cinco mil millones de lempiras por la incapacidad de colocar el bono soberano". Eso creará consecuencias inflacionarias el próximo año, añadió Araque.
Por su parte, el líder de la Asociación Nacional de Industriales, Adolfo Facussíé, manifestó que el gobierno ya echó a trabajar la máquina para hacer dinero.
Sin embargo, la presidenta del BCH, María Elena Mondragón, aclaró que el plan se completará en dos años y es parte de la sustitución constante de moneda en mal estado.
La directiva negó "contundentemente que se trate de una emisión inorgánica (sin respaldo)", al tiempo que rechazó alegaciones sobre un príéstamo de cinco mil millones de la moneda local al ejecutivo de Porfirio Lobo, que en enero próximo dejará el mando.
