Wall Street está siendo, sin duda alguna, el principal beneficiado de los estímulos monetarios mediante los que la Reserva Federal (Fed) inyecta mensualmente 85.000 millones de dólares en la economía estadounidense. Gracias al dinero fácil de la Fed, el mercado cuenta con una gran liquidez y las compras de los inversores han posibilitado que los máximos históricos en el S&P 500 y, especialmente, en el Dow Jones, se hayan sucedido.
Si se hace un recuento de las sesiones en las que Wall Street, y concretamente el Dow Jones, ha marcado un nuevo máximo, la suma asciende a 42. Hasta esta cifra se ha llegado despuíés de cerca de 230 sesiones, lo que supone que, haciendo una simple división, la bolsa de Nueva York ha vivido un día de máximos históricos cada 5,5 jornadas bursátiles.
Esta cifra es una evidencia más del histórico año bursátil que se está viviendo en el país estadounidense gracias a la política monetaria de Ben Bernanke y que tambiíén ha permitido que el Dow Jones estíé registrando su mejor racha desde la burbuja de las 'puntocom'. Ante estos datos, no es de extrañar que, cada vez que el mercado recibe una nueva señal, por pequeña que sea, de que la rebaja de los estímulos puede estar próxima, el pánico se apodere de los inversores y la ventas reinen en el parquíé.
Sin embargo, por ahora, el futuro de las inyecciones de liquidez parace asegurado. Así lo afirmó Janet Yellen en su comparecencia ante el Senado hace dos semanas: "No se deben retirar los estímulos cuando la recuperación es frágil", aseguró la candidata a suceder a Bernanke el afrente de la institución, a lo que añadió que "los beneficios del QE todavía son mayores que los costes". Teniendo en cuenta las palabras de la candidata de Barack Obama, no sería de extrañar pues que el Dow Jones llegue aún más allá de los 16.000 puntos en los que actualmente se mueve.
La 42ª sesión de máximos
En lo que respecta a la sesión de este lunes, el citado índice alcanzó su máximos histórico número 42 en el presente año. El tímido 0,05% que se anotó fue suficiente para llegar a los 16.072 puntos. El Nasdaq, por su parte, se quedó muy cerca de cerrar por encima de los 4.000 puntos, algo que sí consiguió durante la sesión y que no ocurría desde 2000. Por último, el S&P 500 fue el único de los tres princiaples índices de Wall Street que acabó en negativo, al ceder un 0,13%, pero sí fue capaz de retener las 1.800 unidades.
Entre los valores que protagonizaron la sesión destacó negativamente, y dentro del Dow Jones, Boeing, que cedió más de dos puntos porcentuales. En el tenológico Nasdaq, Facebook se dejó más de un 3% y Twitter, por su parte, cayó un 4,7% aunque finalmente consiguió recuperar los 39 dólares que llegó a ceder durante parte la jornada.