Pese a los esfuerzos y sorprendente compromiso del Banco Central Europeo y su capitán, Mario Draghi, de "hacer todo lo necesario" para salvar a la Eurozona, las dinámicas de deuda de muchos países, entre ellos España, se han convertido en un arma de doble filo.
El economista Nouriel Roubini, a travíés de su consultora Roubini Global Economics (RGE, por sus siglas en inglíés) ha publicado una serie de análisis sobre el comportamiento del endeudamiento público entre los principales miembros de la zona euro. Una vez más, nuestro país vuelve a posicionarse como el caso más alarmante.
"La trayectoria de la deuda de España es la más preocupante", indicó el documento. Para Roubini y su grupo de expertos, nuestro país se encuentra entre la espada y la pared. "Si España recorta aún más su presupuesto fomentará una profunda recesión", señalaron. Sin embargo, la alternativa a esta situación es "permitir que su deuda crezca indefinidamente".
Dadas las circunstancias, independientemente del camino a elegir, desde RGE consideran en su escenario base que "ambos contextos requerirán la necesidad de asistencia, culminando en rescates al soberano o reestructuración de la deuda en manos de inversores privados".
Y en el caso de Italia...
Por el contrario, la deuda italiana "parece sostenible", sin embargo, la situación es inestable, puesto que su ratio de deuda respecto al PIB podría dispararse hasta niveles de entre el 140 y el 160 por ciento, lo que convertiría al miembro de la Eurozona en "un país rico extremadamente endeudado".
Finalmente, Roubini consideró que la deuda de Irlanda es "manejable" aunque podría seguir requiriendo de algún tipo de soporte. Los inversores privados con deuda portuguesa se verán obligados a enfrentar algún tipo de quita mientras que Grecia necesitará un nuevo repaso para reestructurar su deuda.