Santander y Apollo cerraron el pasado viernes la adquisición más importante que el fondo de inversión ha hecho hasta la fecha en España. El banco cántabro finalmente ha vendido su división inmobiliaria, Altamira Real Estate, por 700 millones de euros. Sin embargo, en la operación hay un detalle que ha pasado desapercibido y es que Santander ha aprovechado para empaquetar su plataforma de recuperación de críéditos y, con ello, 188 empleados del banco que pasan directamente a formar parte de Apollo.
Esta maniobra ha puesto en pie de guerra tanto a los trabajadores como a los sindicatos, que entienden que Banco Santander se vale de una argucia amparada por la legislación mercantil vigente para llevar a cabo una reestructuración de personal tras la absorción de Banesto sin tener que “hacer el trabajo sucioâ€, a pesar de que se acordó en su día que la fusión no iba a tener ningún impacto en los empleados, según aseguran fuentes cercanas a la entidad.
Esas mismas fuentes explican que despuíés de que el banco negara el martes de la semana pasada esta operación, que Santander ha denominado Proyecto Bisonte (los propios interlocutores de la entidad "se burlaron al ser preguntados por ella diciendo que les sonaba a cajetilla de tabacoâ€), el viernes por la tarde, tras hacerse oficial la venta de Altamira, se comunicó “de pasada†a los empleados de la plataforma de recuperación, independiente de Altamira, que ellos tambiíén iban en el paquete.
Según aseguran desde Comisiones Obreras, sus intentos de sentarse a negociar con el banco para garantizar el empleo a estos 188 trabajadores no han obtenido respuesta, ya que Santander entiende que “la segregación†se realiza mediante la sucesión de empresas contemplada en el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, por lo que no es necesario contar con los sindicatos. No obstante, según ha podido saber este diario, en principio los empleados se traspasarían con las mismas condiciones y respetando salario y antigí¼edad.
Una vez pasen a formar parte de la plantilla de Apollo, el fondo de inversión tiene libertad para llevar a cabo una reestructuración de personal. De hecho, no sería la primera vez que ocurre algo similar con los activos que están vendiendo las entidades. Es el caso de la financiera de Bankia, Finanmadrid, que tras ser adquirida por Apollo por 1,6 millones de euros en septiembre, el fondo ha planteado un ERE sobre el 37% de la plantilla.
“Están siguiendo con nosotros los mismos pasos que con Bankiaâ€, aseguran empleados del Santander. “Pero con una diferencia: Bankia ha sido rescatada y Santander presume de un beneficio neto de miles de millones. Con esta maniobra, Santander lleva a cabo los despidos que se comprometió no acometer, pero sin mancharse las manos ni aparecer en los titularesâ€, concluyen.
Con todo, desde Comisiones Obreras ya amenazan con movilizarse contra la entidad si, al menos, el traspaso no se hace con garantías de que esos puestos de trabajo se van a respetar una vez los empleados se integren en Apollo. “Utilizaremos contra Santander todas las armas a nuestro alcance si ni siquiera se sientan con nosotrosâ€, avisan desde los sindicatos.
A última hora del miíércoles, UGT se sumaba a la denuncia con un agresivo comunicado en el que acusaba a Santander de "vender a sus trabajadores a un fondo buitre" que, despuíés de "30, 35 o 40 años" en la entidad, dejaban de pertenecer al sector bancario y, con ello, su convenio colectivo pasa a ser el de empleados de "despachos y oficinas, desapareciendo todas sus condiciones laborales, incluidas sus aportaciones a fondos de pensiones". Además, desde el sindicato aseguran que "su futuro laboral se limita al tiempo que el fondo tarde en vender todo, liquidar la empresa y despedir a toda la plantilla con 20 días por año", afirman en el comunicado, en el que no anuncian que, de momento, vayan a emprender ningún tipo de medida al respecto.
