El Consejo de Ministros aprobará hoy el Real Decreto que debería permitir a la banca salvar alrededor de 30.000 millones de los 51.000 que tiene en activos fiscales diferidos (DTA).
España seguirá hoy los pasos que ya han dado otros países europeos para permitir que sus bancos se enfrenten a la llegada de Basilea III con sólidas ratio de capital. Tras largos meses de negociación con Bruselas, el Consejo de Ministro dará hoy luz verde al Real Decreto que permitirá contabilizar como capital de máxima categoría parte de los 51.000 millones de euros que los bancos españoles tienen en activos fiscales diferidos, los conocidos como DTA. Los DTA son beneficios fiscales recuperables en un periodo determinado de tiempo que los bancos han acumulado por tener píérdidas, realizar provisiones para píérdidas esperadas o por otros conceptos, como los fondos de comercio. Con la actual normativa de solvencia, estos recursos se contabilizaban como capital de máxima categoría, pero con la llegada de Basilea III perderán este estatus, debido a que el legislador considera que tienen una reducida capacidad de absorción de píérdidas. Estos activos fiscales se han disparado en los bancos españoles, debido al enorme esfuerzo en provisiones que las entidades han realizado el año pasado para cumplir con la reforma financiera, y las píérdidas que estas dotaciones han provocado en las cuentas. La solución que ofrecerá el Gobierno pasará, presumiblemente, por trasformar parte de estos activos –los que se han generado por píérdidas y provisiones- en críéditos fiscales. Esos sí tienen la categoría de capital principal tambiíén en Basilea III, porque cuentan con el aval del Estado. De acuerdo con lo que ha trascendido, y con las declaraciones realizadas esta misma semana por el ministro de Economía, Luis de Guindos, los bancos salvarán entre 25.000 y 30.000 millones de capital gracias al Real Decreto. Una cifra que se queda por debajo de las pretensiones de los bancos, que esperaban poder mantener casi la totalidad de los 51.000 de DTA como capital. Una de las peticiones que, con toda probabilidad, se podría quedar desatendida, es la transformación en críéditos fiscales de los DTA generados por las inversiones en los planes de pensiones internos. Santander será el más afectado por esta negativa de Economía. El calendario Cabe recordar que Basilea III prevíé una aplicación paulatina de las nuevas normas, desde principios de 2014 y durante diez años. De hecho, todas las entidades españolas insisten en que ya cumplen con las ratio de capital principal requeridas por el nuevo acuerdo de capital, tal y como establece el calendario. No obstante, el mercado está presionando para que los bancos cumplan ya la ratio de solvencia en las condiciones conocidas como Basilea III “fully loadedâ€, es decir, con todas las deducciones aplicadas ya desde el primer momento. Y, sin la ayuda de los DTA, muchos bancos se quedarían lejos de cumplir este dictado del mercado. Bankia, por ejemplo, tendría una ratio inferior al 5% si aplicara el fully loaded a finales de año y no pudiera salvar ningún DTA.
