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Economistas y representantes de movimientos sociales y políticos de numerosos países de Europa reunidos en esta capital coincidieron en apuntar a la estructura de la Unión Europea (UE) como la causante de los desequilibrios y crisis de los países miembros.
El encuentro, organizado por el Frente Unitario Popular (EPAM) de Grecia, debatió este fin de semana las causas de la grave situación social y económica que viven los ciudadanos de la UE, concluyendo que la única salida a la crisis pasa por el abandono del euro y la recuperación de su soberanía fiscal y monetaria.
Dimitris Kazakis, economista y presidente del EPAM, estimó que "la crisis de la deuda es un ríégimen de colonización sobre los países del sur", a los que se les ha privado de su soberanía y sus derechos fundamentales, "haciendo a los ciudadanos esclavos de las instituciones financieras internacionales, y llevándolos a una nueva Edad Media".
Para el anfitrión del evento, "no hay ningún ámbito social o económico que no haya empeorado para los griegos, desde los derechos laborales hasta el aumento de la pobreza, pasando por la masiva emigración de los jóvenes".
Muchos de los participantes argumentaron que el Tratado de Maastrich (1992) fue la base legal sobre la que se construyó una unión monetaria orientada a establecer el absoluto dominio de los mercados internacionales y el capital financiero en detrimento de la democracia y los derechos de los pueblos.
Así el analista italiano Antonino Galloni explicó que "el euro no es un verdadera moneda, pues nunca se orientó hacia el desarrollo del equilibrio territorial de la UE, sino para servir a la producción y a las exportaciones de Alemania".
Su compatriota Francesco Ruggieri, miembro del grupo Economistas para los Ciudadanos, fue más crítico con los países más ricos del norte al definir la situación actual como "una guerra de clases en Europa, un conflicto entre dominantes y dominados que se está saldando con una enorme píérdida de capital humano, social y económico para los países del sur".
Por su parte el economista español Pedro Montes hizo un llamado a la izquierda para que de coherencia a su posición contra los recortes y la austeridad y defienda de manera clara "la ruptura o el abandono del euro y la inevitabilidad del pago de la deuda".
Tambiíén Alberto Montero, presidente del Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), aseguró que "no hay alternativa democrática ni posibilidad de reforma en la actual estructura del euro" y criticó que la construcción del proyecto europeo se realizara entorno a una moneda y no a valores humanos.
Montero, que ha sido asesor de diversos gobiernos latinoamericanos sobre cuestiones de deuda, citó a los asistentes los ejemplos de Venezuela, Ecuador o Bolivia y pidió para los países de la periferia europea un nuevo pacto social y la ruptura con el actual modelo económico.
Igualmente, señaló como modelo de integración el seguido por los países de la Alternativa Bolivariana para la Amíéricas (ALBA), donde "bajo las premisas de complementariedad y cooperación se trabaja en la recuperación de los derechos y las condiciones de bienestar de los ciudadanos, al contrario de lo que sucede en Europa".
Los participantes en el encuentro tambiíén acordaron la creación de un organismo que coordine las iniciativas surgidas en los distintos países por la recuperación de la democracia, la soberanía económica y política de los Estados y la justicia social.
Los debates fueron transmitidos a travíés de internet y seguidos en numerosas ciudades de Grecia donde el EPAM cuenta con comitíés de trabajo y activistas.