Es habitual entre los ciudadanos realizar aportaciones a sus planes de pensiones en el tramo final del año para reducir su factura fiscal del año siguiente. Y lo hacen sin darse cuenta de que, según Abante, hacerlo en el último trimestre del año sale de media un 2,92% más caro que hacerlo periódicamente durante el año.
Entre los españoles, lo normal es dejar para última hora las aportaciones a sus planes de pensiones, como se aprecia en este gráfico. Este fenómeno es la causa de que las grandes campañas publicitarias de planes de pensiones hayan acabado por centrar sus esfuerzos comerciales en la última parte del año, según Abante.
La historia nos demuestra que buscar el momento financieramente idóneo para realizar la aportación es una estrategia en la que los inversores suelen fallar de forma recurrente como demuestra el Gráfico 2, en el que se ve que las aportaciones a planes de pensiones de renta variable son máximas cuando la bolsa está en máximos y mínimo cuándo íésta cae.
Por ello, desde Abante, recomiendan la implementación de un plan de aportaciones periódicas que permita que los ahorradores se beneficien de un precio medio de compra más atractivo. Partiendo del comportamiento del Ibex desde la creación de los planes de pensiones en España (1987), dejar la aportación a los mismos para el mes de diciembre ha supuesto un sobre-coste anual medio del 2,92% frente a la posibilidad de realizar aportaciones periódicas durante el año.
En conclusión, el comportamiento medio de los partícipes de planes en España suele basarse en dejar para el último trimestre, generalmente el mes de diciembre la aportación a planes de pensiones y, en función de criterios muy alejados del verdadero fin del ahorro para la jubilación -desgravación fiscal, el regalo de la campaña o una oferta vinculada con otro producto o servicio