Hoy es el día que tenía en vilo a los bancos y cajas españoles desde hace semanas, porque el Banco Central Europeo (BCE) anunciará previsiblemente el endurecimiento de las condiciones que les exige para prestarles dinero en las subastas de liquidez. Estas inyecciones se han convertido en la principal fuente de financiación de nuestras entidades ante la congelación del interbancario y el encarecimiento de las emisiones de deuda, por lo que nuestro país ha sido acusado de "abusar" de esta fuente de liquidez por parte de los medios internacionales (sobre todo, británicos). Sin embargo, hay entidades que toman muchísimo más que las españolas en estas subastas.
Las que más utilizan el recurso al banco central son las que se dedican a la financiación al sector público; en especial dos de ellas, según varias fuentes del sistema financiero: el banco alemán Defpa (propiedad de Hypo Real Estate) y el francíés Dexia. Según estas fuentes, estos la suma de lo que estos dos bancos solicitan en las subastas casi equivale a lo que demanda el sistema financiero español en su conjunto (no hay estadísticas oficiales al respecto).
De hecho, aunque la demanda de las entidades españolas alcanzó un ríécord histórico en julio de 49.384 millones de euros, con un incremento del 169% interanual, esta cifra supone únicamente el 10,7% de todo lo solicitado en las subastas del BCE. "Los bancos que más piden al BCE son los alemanes, pero no con la crisis, sino desde siempre: de hecho, el sistema actual está pensado para ellos. Son entidades con un balance estructuralmente díébil que basan sus necesidades de liquidez en este sistema, aunque nadie dice que abusen por eso", asegura un experto en este mercado. Alemania supera sistemáticamente el 50% de la demanda en todas las subastas.
En el caso de Defpa y Dexia, la explicación de su elevada demanda es que los bancos que financian el sector público trabajan con unos márgenes muy bajos (en torno a 20 puntos básicos, el 0,20%, frente a los más de 100 puntos habituales en la banca española). Eso les obliga a mantener unos costes de financiación muy bajos, y la financiación más barata es acudir al BCE, ya que las inyecciones tienen un tipo de interíés inferior al Euribor. A cambio, su plazo es muy corto -tres meses como máximo- y hay que renovar constantemente esta liquidez. De ahí que algunas entidades españolas hayan pedido el alargamiento de estos plazos mientras los mercados sigan secos.
No habrá cambios radicales
El endurecimiento de las condiciones de las subastas de liquidez era algo que las entidades españolas se temían desde junio, como adelantó El Confidencial, y que se confirmó de facto en agosto. La semana pasada lo oficializó un consejero del BCE, el luxemburguíés Yves Mersch, que anunció un cambio en estas condiciones en un esfuerzo por evitar las denominadas "adicciones" de algunas entidades a acudir al último recurso de liquidez (el BCE), en lugar de al mercado interbancario, así como para evitar algunos abusos en el uso indiscriminado de colaterales -como cíédulas y titulizaciones- como respaldo a las peticiones de liquidez. Aunque no hay ninguna previsión oficial, todo el mundo espera que estas modificaciones se anuncien en la rueda de prensa posterior al Consejo que se celebra hoy.
A pesar del temor generalizado en las entidades, no se esperan cambios radicales. La firma de análisis Capital Economics, en un informe al que ha tenido acceso El Confidencial, descarta una revolución porque "el BCE tendrá cuidado de no agravar el impacto de la crisis de críédito en la economía de la zona euro". "No tiene sentido hacerlo en medio de una crisis como la actual, porque corres el riesgo de dejar a los bancos sin posibilidades de conceder críéditos y sin poder atender a los vencimientos de deuda, que es el gran peligro", asegura otro experto. Esta postura es la que ha defendido la AEB en los últimos meses.
Se da casi por hecha una subida del haircut, un porcentaje de la garantía aportada que no se transforma en liquidez (de cada 100 millones en títulos que aporta un banco, el BCE sólo le da 99 en liquidez actualmente). Pero el principal problema está en las titulizaciones hipotecarias, porque la banca española las ha emitido específicamente para llevarlas a descontar al banco central, sin intención ninguna devenderlas en el mercado como hacía hasta hace un año -eran su principalfuente de financiación, pero ahora nadie las quiere porque su único respaldo es la persona que tiene concedida la hipoteca-. Y eso es lo que muchos han calificado como abusivo.
Lo importante es la calidad
No obstante, Capital Economics descarta que se prohíba el uso como colateral (garantía) de las titulizaciones, como han sugerido algunos medios, puesto que eso reduciría la liquidez que inyecta el BCE en 75.000 millones de euros, equivalente al 10% de todos los críéditos concedidos por la banca el año pasado en la eurozona. Además, pese a las emisiones masivas -más de 43.000 millones hasta junio- en España, estos títulos sólo suponen el 16% del colateral aportado en las subastas de liquidez.
Ahora bien, aunque las titulizaciones sigan siendo válidas y los cambios oficiales sean pequeños, algunas entidades con un negocio puramente nacional ya llevan tiempo notando en sus carnes un endurecimiento de facto de las condiciones impuestas por el BCE: en concreto, se mira con lupa la valoración de las titulizaciones hipotecarias, que está cuestionada por la caída del precio de las viviendas que garantizan estos críéditos.
Una de las fuentes señala que el gran temor no es tanto la subida del haircut (queel sector considera normal con las condiciones actuales), sino lavaloración de estos activos que aportan los bancos comocolateral: "Da lo mismo bajardel 99% al 97% el porcentaje que te prestan si te siguen valorando igual el activo. Pero si lo que tú valoras a 100 para ellos vale 85 ó90, entonces sí que tienes un problema muy serio".
Fuente:Cotizalia.com