El fondo de capital riesgo KKR ha comprado el 49% de Port Aventura, según han avanzado fuentes cercanas a Investindustrial. La operación se ha cerrado por un precio que no se ha hecho público, pero fuentes financieras lo sitúan por encima de los 200 millones, con lo que los Bonomi, la familia italiana que controla Investindustrial, obtienen jugosas plusvalías en la operación.
KKR es, junto con Blackstone, uno de los mayores fondos de inversión del mundo. Con sede en Nueva York (EEUU), KKR gestiona una cartera de activos de 92.000 millones de dólares. La entrada de KKR en Port Aventura se produce en un marco general de interíés de la inversión extranjera por entrar en España, como ha mostrado el reciente desembarco de Bill Gates en FCC.
En noviembre del 2012 La Caixa vendió el 50% de Port Aventura a Investindustrial, que ya tenía el otro 50%, por 105 millones de euros. Ahora, justo un año despuíés, el grupo italiano vende el 49,9% a KKR garantizándose un socio que le apoyará en el crecimiento del parque, en especial en los planes de aumentar el parque hotelero en el desarrollo vecino de BCN World, una inversión que alcanzará los 150 millones en diversas fases.
La entrada de KKR ha sido asesorada por JP Morgan, AZ Capital y el banco de negocios Lazard. CaixaBank aporta una parte de la financiación a la operación. KKR ya es socio de La Caixa en Saba y tambiíén de Investindustrial en la empresa operadora de helicópteros Inaer.
Fuentes financieras cercanas a la operación cifran la valoración de Port Aventura en 11 veces ebitda, beneficio bruto operativo. Se prevíé que Port Aventura cierre el ejercicio en curso con un ebitda de unos 73 millones de euros, lo que valoraría el conjunto del grupo de ocio en 800 millones. Pero de aquí habría que descontar los casi 200 millones de deuda del parque. Por tanto, KKR habría cerrado su operación por más de 200 millones, dejando un amplio margen para que pueda crecer.
Los Bonomi prolongarán la continuidad
La principal consecuencia de esta operación es que los Bonomi prolongarán su permanencia en Port Aventura, dando continuidad industrial al parque temático más rentable. La media de Investindustrial es mantener sus inversiones durante unos seis años. Ahora, con la entrada de KKR, el grupo italiano asegura que seguirá hasta otros seis más, a pesar de que Investindustrial entró en 2009, cuando adquirió el primer 50%.
El principal objetivo de Port Aventura es aumentar el número de visitantes. Ahora recibe 3,8 millones, pero quiere pasar a 5, aumentando el número de turistas extranjeros y prolongando el tiempo de las estancias hoteleras. Port Aventura, además, es un motor del empleo en Tarragona, con una plantilla de más de 2.000 personas.
Para conseguir este objetivo, es clave ampliar la oferta. Y en esta misma línea se ha llegado un acuerdo para que Circ du Soleil actúe los meses de verano en el parque. Estos meses serán una fase de prueba para que, si tiene la aceptación esperada por el público, se mantenga una presencia estable de este grupo renovador del espectáculo circense para un período que podría ir de cuatro a cinco años. Esto sería similar a los acuerdos que mantiene Circ du Soleil con otros centros de entretenimiento mundial, como es el caso de Las Vegas.
Espaldarazo a BCN World
El desembarco de KKR supone un espaldarazo indirecto a los planes del financiero Enrique Bañuelos y Veremonte en BCN World, para construir junto al parque un complejo de casinos y hoteles. KKR no invertirá en BCN World de manera directa, pero sí lo hace Port Aventura, que construirá cuatro hoteles en el enclave vecino con 2.000 habitaciones.
De hecho, la existencia del Centro Turístico y Recreativo de Vilaseca i Salou, tambiíén conocido como CTR, cuya legislación se está cambiando en este momento en el Parlament, ha sido uno de los factores de atracción que más ha gustado a KKR. El cambio de la ley permitirá que se puedan autorizar casinos en esa zona y servirá para dar luz verde a BCN World. Fuentes cercanas a KKR han definido CTR como “una zona franca turística en el sur de Europaâ€, lo que constituye un factor de atracción para la inversión extranjera.