El primer tramo de la reforma energíética aprobada en septiembre del pasado año y que entró en vigor el 1 de enero de este año no está cumpliendo con las expectativas. Frente a los 2.647 millones que el Gobierno preveía ingresar en todo el año, tan sólo ha conseguido recaudar 1.500 millones a falta de dos meses para cerrar el ejercicio, según explicaron a elEconomista fuentes cercanas a la liquidación de impuestos.
Este desfase se debe a la caída de la demanda, al decalaje en la recaudación de impuestos (el canon hidráulico aún no está en marcha) y a que el mercado se está abasteciendo de energía de Portugal, que no tiene el tributo del 7 por ciento aplicado a la generación elíéctrica. En definitiva, la base imponible es menor a la esperada.
De hecho, el pasado mes de agosto el Ejecutivo ya corrigió a la baja su previsión (ver gráfico), ya que inicialmente esperaba ingresar 2.921 millones por los nuevos impuestos (la mencionada tasa a la generación, el cíéntimo verde al gas y al carbón, canon hidráulico e impuesto nuclear y al almacenamiento de residuos radiactivos).
La crisis golpea al consumo y la recaudación
La caída del consumo ha golpeado de lleno a los ciclos combinados de gas para generación elíéctrica, pero tambiíén a la industria, a travíés de la cogeneración (sistema de generación que utiliza el calor sobrante en su proceso de producción). En concreto, el 20 por ciento de la cogeneración está parada, mientras que los ciclos combinados de gas están funcionando a un 10 por ciento de su rendimiento.
Otro elemento importante es que aún no se ha comenzado a recaudar el canon hidráulico porque el Ejecutivo está pendiente de la revisión de las concesiones de las mismas. De hecho, en la última liquidación del sistema elíéctrico elaborada por el nuevo regulador único, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya alertó de un decalaje temporal en al recaudación de impuestos.
Actualmente, este canon hidráulico tan sólo se está aplicando a las instalaciones de menos de 50 megavatios, para las que se ha previsto una reducción del importe del mismo en un 90 por ciento, así como para aquellas que utilicen tecnología de bombeo.
Por otro lado, el pasado sábado se publicó en el Boletín Oficial del Estado el desarrollo del impuesto nuclear al combustible gastado, para incluir los cambios en los que se hace un guiño a la central Santa María de Garoña, en Burgos, para evitar su cierre por resultar inviable económicamente. En concreto, esta central no tendrá que pagar dos veces por el combustible gastado en caso que decida pedir durante este año la licencia de apertura.
Entre el canon hidráulica y el nuclear tanto de generación como de combustible, el Gobierno preveía ingresar más de 550 millones entre 2013 y 2015.
Por otro lado, la imposición de nuevas tasas ha provocado en algunos casos el efecto contrario al deseado. Así, el impuesto del 7 por ciento a la generación de electricidad ha derivado en mayores flujos de importación desde Portugal, principalmente, pero tambiíén desde Francia. Este año, España se ha convertido en importador neto de Portugal, frente a las exportaciones del pasado año.
El sistema, a dos velas
Para más inri, de los 1.500 millones aproximadamente que se han recaudado con las nuevas tasas, por el momento tan sólo unos 770 millones se han revertido al sistema elíéctrico, lo que hace prever una agujero de al menos 4.000 millones de euros, si se tiene en cuenta que el Gobierno acaba de reconocer un díéficit de 3.600 millones para este año.
Por todo ello, los cambios normativos aplicados suponen el fracaso de la reforma y se agrava la situación generada por el Partido Popular, a instancias del Ministerio de Hacienda, al introducir en el Senado una enmienda con el fin de evitar in extremis que el Estado asuma costes del sistema elíéctrico, en aras de garantizar la estabilidad presupuestaria de las cuentas públicas.
El desfase es consecuencia de que el departamento que dirige Cristóbal Montoro no ha liberado el críédito extraordinario por 2.200millones, ni ha asumida la compensación a las extrapeninsulares por 900 millones y tambiíén se quedará con 500millones de la recaudación del cíéntimo verde aplicado al gas natural para financiar las comunidades autónomas.
El fallo en las previsiones no sólo se ha producido en el sector elíéctrico, tambiíén en las medidas puestas en marcha para corregir el díéficit público. Según el informe de la Agencia Tributaria de octubre, el incremento del impuesto especial sobre hidrocarburos ha recaudado 935 millones de los 1.562 millones previstos para todo el año.