Real Madrid, FC Barcelona, Athletic de Bilbao, Osasuna, Valencia, Híércules y Elche, bajo la lupa
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, se verá pronto, tal vez el miíércoles mismo, en la tesitura de iniciar un expediente que afecta a su propio club de fútbol, el Athlíétic Club de Bilbao. Los rojiblancos figuran en el listado de equipos de la Liga de fútbol española que, según las pesquisas preliminares del departamento de Almunia, se habrían vistos beneficiados por las diferentes administraciones españolas.
La apertura oficial del expediente llega tras las quejas recibidas por la Comisión, varias de ellas desde Alemania. Y marca el inicio de una investigación formal que, si confirma las sospechas de la Comisión, podría obligar a los clubes afectados a devolver ayudas valoradas en millones de euros.
Los casos, sin embargo, son muy diferentes, en función del motivo de la investigación, según señalan a este diario fuentes jurídicas.
El de más envergadura parece ser el que afecta a la permuta de terrenos pactada por el Real Madrid y el Ayuntamiento de la capital española en 2011. Una operación inmobiliaria que, al parecer, reportó beneficios millonarios para el club merengue.
Otra de las investigaciones afectará al club del comisario. Pero este caso, según las fuentes consultadas, puede ser el más inocuo.
El expediente deberá verificar si el Athletic, el Real Madrid, el Barcelona y el Osasuna se han beneficiado fiscalmente por el hecho de mantenerse como clubes de fútbol, sin convertirse, como el resto de equipos de la Liga, en sociedades anónimas.
La personalidad jurídica de los clubes disfruta de una carga fiscal más reducida que la de las empresas. Pero esa ventaja, según las fuentes consultadas, solo se materializa en caso de que se generen beneficios, por lo que la ayuda de Estado sería en algunos ejercicios solo potencial (pues no siempre hay beneficios) y Bruselas, por tanto, no podría solicitar la devolución de ninguna ayuda.
Más peligrosa parece, a priori, la investigación sobre las ayudas públicas del gobierno valenciano a tres de los clubes de su Comunidad: Valencia, Elche y Híércules. “Ante el impago de estas tres sociedades, la Generalitat valenciana tiene que hacer frente al pago de deudas por valor de 118 millones de eurosâ€, señalaba el eurodiputado de Convergencia i Unió, Ramón Tremosa, en una de las preguntas sobre el expediente que ha dirigido a Almunia en los últimos meses.
Tremosa recordaba que las autoridades valencianas ya habían desembolsado casi cinco millones de euros de dinero público en el pago de los intereses derivados de esa deuda privada.
El departamento de Almunia investigará ahora si esos pagos son compatibles con las normas europeas sobre ayudas de Estado.
Precedente
Almunia recibió hace meses las quejas sobre el fútbol español, pero hasta ahora no había decidido iniciar una investigación oficial. La suerte, sin embargo, parecía echada desde que el pasado mes de marzo abrió expediente a varios clubes holandeses por ayudas públicas presuntamente ilegales.
En ese caso, la CE ya recordó que el fútbol profesional no está exento de cumplir las directrices sobre ayudas de Estado. Unas directrices que permiten príéstamos o avales para rescatar una empresa en dificultades. Y que en cualquier otro caso, somete la concesión de ayudas a un plan de reestructuración y el compromiso de aplicar medidas que compensen la ayuda recibida. Entre esas medidas, la CE sugiere la limitación al número de jugadores, el techo a la remuneración o la imposibilidad de pagar primas por la incorporación de un fichaje.
Margallo deja fuera de juego a Almunia
El ministro de Asuntos de Exteriores, Josíé Manuel García Margallo, ha descolorado por completo al departamento de Competencia de la Comisión Europea. Contra todo pronóstico, Margallo anunció en Bruselas la inminente apertura de un expediente de la CE sobre ayudas de Estado presuntamente ilegales a varios clubes de fútbol español.
La primicia debía haber correspondido al comisario Joaquín Almunia, que debía anunciarla el miíércoles. Pero Margallo prefirió dejarle fuera de juego, en una jugada que permitió al ministro erigirse en defensor de los intereses del fútbol español. Que tambiíén son “Marca Españaâ€, según dijo al tíérmino de un consejo de la UE al que asistía para tratar, entre otros temas, sobre Ucrania, Irán o Siria.
La estrategia de Margallo repite la seguida en el caso de las ayudas a los astilleros, en el que Madrid colocó a Almunia en el incómodo papel de enemigo del pueblo. Y ahora en un asunto popularmente mucho más sensible. Incluso el eurodiputado de CiU, Ramón Tremosa, cuyas interpelaciones al comisario han mantenido la presión para que siguieran adelante con las investigaciones, se cuida de no molestar a los hinchas. “Sin menoscabo del sentimiento que simbolizan los distintos clubes de fútbol para los aficionadosâ€, decía en una de ellas.