El Frob adjudica al venezolano Banesco el banco gallego, como prefería Núñez Feijóo
Pagará 1.000 de los 9.000 millones inyectados por el Estado, el 60% a plazos hasta 2018
Dos años despuíés de que NovaGalicia Banco (NCG) fuera intervenida por el Estado y tras inyectarle 9.000 millones de euros, el Frob adjudicó ayer la entidad al venezolano Banesco por 1.003 millones.
La operación arroja unas píérdidas para el contribuyente español de unos 8.000 millones de euros, pese a que la oferta de la firma latinoamericana por hacerse con el 88,3% de la entidad gallega fue la mejor de las seis que recibió el Frob este lunes, cuando finalizó el plazo para pujar por la entidad.
Victoria para la Xunta de Galicia
La venta de NCG Banco a la firma latinoamericana -que recientemente compró Banco Etcheverría para aterrizar en España- supone una victoria de la Xunta de Galicia, que desde un primer momento se mostró partidaria de adjudicar el banco a un inversor extranjero para evitar que su absorción por un rival nacional supusiera más despidos y la píérdida de su marca gallega.
Tambiíén era la opción favorita para los gestores de NCG que a última hora del día pudieron leer en un hecho relevante enviado por Banco Etcheverría a la CNMV que su nuevo accionista aterriza en la entidad con el «compromiso de mantener la gestión, la sede, la obra social en Galicia, y el empleo», así como de conceder «nuevos críéditos a familias y pymes por un importe superior a los 9.000 millones de euros».
Al mismo tiempo, Banesco cumple con el requisito que pedía el Ministerio de Economía de que el comprador fuera un banco y no un fondo de capital riesgo.
No obstante, la victoria de Banesco en el proceso se explica más por razones económicas que políticas. La oferta que presentó el banco venezolano fue la más alta de las que el Frob recibió el pasado lunes. Hay que recordar que en las condiciones de la subasta se fijó que el organismo que depende del Ministerio de Economía abriría una segunda fase del proceso a no ser que una de las ofertas superara al resto en 200 millones de euros y fuera un 50% superior a la segunda mejor valorada.
Además, los gestores de Banesco no han exigido ayudas públicas adicionales, lo que hubiera alargado más el proceso porque el Gobierno habría tenido que consultar la operación con Bruselas.
El proceso
Según explicó el Frob en un comunicado, en los 1.003 millones de euros que la firma venezolana va a pagar se «tiene en cuenta la venta de las dos carteras de fallidos que se incluían en el proceso. Además, «las condiciones del contrato de compra-venta no incluyen la concesión de un esquema de protección de activos ni garantía adicional a los compromisos iniciales ofrecidos por el Frob respecto a determinados riesgos a los que podría tener que hacer frente NCG Banco en el futuro», es decir, ayudas públicas adicionales.
Por otra parte, si el banco se hubiera adjudicado a una gran entidad, el comprador podría haber disfrutado de inmediato de los críéditos fiscales de NCG por importe de 2.342 millones de euros. En el caso de Etcheverría-Banesco, esa deuda de Hacienda con la entidad no podrá ser saldada a no ser que su crecimiento en los próximos años sea muy potente.
Eso sí, los venezolanos no pagarán de golpe los 1.003 millones de euros que han ofrecido sino que el 40% se entregarán al cerrar el contrato y el resto será abonado a plazos hasta 2018, fecha en la que las arcas públicas ya estarán algo más saneadas y la factura de la deuda habrá comenzado a bajar, según las previsiones del Ejecutivo.
Pese a que las ofertas presentadas por Santander, BBVA, CaixaBank, el fondo estadounidense Guggenheim y la alianza formada por los fondos JC Flowers y Oak Tree son confidenciales y no se han hecho públicas, fuentes próximas al proceso señalaban ayer que la banca española había solicitado garantías adicionales al Estado a cambio de quedarse con el banco. Aceptar esos requisitos hubiera supuesto para el Gobierno comprometer nuevos recursos públicos.
'Minimizar las ayudas públicas'
El Frob señaló ayer en una nota que el proceso de venta del banco está «destinado a minimizar las ayudas públicas», pero lo cierto es que la factura que la intervención de NovaGalicia va a dejar al Estado ronda los 8.000 millones de euros, cifra que casi duplica toda la inversión pública que el Ejecutivo tiene prevista para 2014. Las inyecciones a cargo del contribuyente que el banco ha recibido ya han sido contabilizadas como díéficit en ejercicios anteriores, pero la factura de la deuda abonada por los españoles no será recuperada, según reconocían ayer fuentes gubernamentales.
El Frob intentó sin íéxito vender NCG en 2012, pero la falta de interíés de los inversores forzó al banco que preside Josíé María Castellano a abordar un plan de reestructuración, que incluyó la venta de su división EVO al fondo Apollo. El proceso cerrado ayer da margen al organismo para iniciar la venta de su activo más deteriorado: Catalunya Banc.